No es té verde: esta es la hierba "milagrosa" que ayuda a reducir la artritis y la inflamación
Estas hierbas pueden ayudar a reducir las molestias causadas por la artritis reumática. Cuáles son y cómo se aplican.
Muchas hierbas y plantas tienen propiedades beneficiosas, algunas de ellas son recomendadas para aliviar ciertas molestias o quemaduras. Si bien no reemplazan la medicina, algunas de ellas pueden complementar los efectos de una medicación.
En algunos casos, existen algunas que pueden ayudar a reducir las molestias por la artritis. Estas tienen respaldo científico, con estudios que certifican su poder a la hora de mejorar la calidad de vida.
Las plantas y hierbas que pueden ayudar a reducir las molestias por artritis
Boswellia
Tanto profesionales de la salud tradicional como especialistas en terapias alternativas recurren a la Boswellia serrata, conocida comúnmente como incienso, debido a sus efectos beneficiosos contra la inflamación. Este remedio se obtiene de la resina de árboles de boswellia, nativos de la India.
Un estudio de 2011 reveló que el ácido boswélico, un componente de la Boswellia serrata, podría tener propiedades antiinflamatorias útiles para tratar afecciones como la artritis reumatoide, la osteoartritis y la gota.
Los ensayos clínicos en humanos han indicado que el consumo de cápsulas de incienso puede mejorar síntomas como el dolor, la funcionalidad y la rigidez asociados a la OA, aunque se basan en estudios de pequeña escala. Por lo tanto, es necesario realizar más investigaciones para confirmar estos efectos.
Una dosis de hasta un gramo diario de boswellia se considera segura; sin embargo, tomar dosis más elevadas podría tener efectos adversos en el hígado. La Boswellia serrata está disponible en forma de tabletas y cremas para uso tópico.
Eucalipto
El eucalipto es un remedio natural ampliamente disponible que se emplea para tratar múltiples condiciones. Los extractos de sus hojas se utilizan en aplicaciones tópicas para aliviar el dolor artrítico.
Estas hojas son ricas en taninos, sustancias que pueden contribuir a disminuir la inflamación y el dolor asociados con la artritis. A menudo, se complementa el tratamiento con aplicaciones de calor para potenciar los efectos beneficiosos.
La aromaterapia utilizando aceite de eucalipto también puede ser efectiva en el alivio de los síntomas de la artritis reumatoide.
Es crucial diluir el aceite esencial de eucalipto en un aceite portador antes de su uso. Por ejemplo, mezclar 15 gotas de aceite esencial en 2 cucharadas de aceite de almendras o cualquier otro aceite portador neutro.
Antes de aplicar eucalipto de manera tópica, es importante realizar una prueba de alergia, conocida como prueba de parche. Para esto, aplicar una pequeña cantidad del aceite diluido en el antebrazo. Si no se desarrolla ninguna reacción alérgica dentro de las siguientes 24 a 48 horas, el producto es seguro para su uso.
Uña de gato
Esta hierba con propiedades antiinflamatorias es conocida por su potencial para disminuir la inflamación asociada con la artritis. La uña de gato proviene de la corteza y raíz de una enredadera que se encuentra en las regiones tropicales de Centroamérica y Sudamérica.
Tradicionalmente, ha sido utilizada tanto por sus efectos antiinflamatorios como por su capacidad para fortalecer el sistema inmunológico. Tiene la capacidad de suprimir el factor de necrosis tumoral, de manera similar a muchos tratamientos convencionales para la artritis reumatoide.
Un estudio realizado en 2001 mostró que el uso de uña de gato logró reducir significativamente la inflamación articular en más de la mitad de los participantes.
El Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa (NCCIH, por sus siglas en inglés) señala que, aunque se han realizado algunos estudios pequeños sobre la eficacia de la uña de gato en el tratamiento de la artritis reumatoide, es necesario realizar más investigaciones para confirmar estos hallazgos.
Jengibre
El jengibre, ampliamente conocido por su uso culinario, posee también potenciales beneficios para la salud, gracias a sus compuestos que, además de proporcionarle su característico sabor picante, exhiben propiedades antiinflamatorias.
Esta raíz ha captado la atención de la comunidad científica, sugiriendo que podría convertirse en una alternativa natural a los fármacos antiinflamatorios no esteroides (AINEs) en el futuro.
Históricamente, el jengibre ha sido valorado en la medicina tradicional por su eficacia contra las náuseas. Sin embargo, su espectro de aplicación se ha extendido para incluir tratamientos contra la artritis reumatoide, la osteoartritis, así como dolores articulares y musculares.
Un análisis detallado publicado en 2020 plantea que los componentes activos del jengibre podrían fundamentar nuevos medicamentos para combatir la artritis reumatoide. La esperanza radica no solo en la gestión de los síntomas sino también en la posibilidad de prevenir el daño óseo asociado a la enfermedad.