Opinión

¡Abramos las escuelas a la educación financiera!

El inicio del ciclo escolar plantea una pregunta que como país aún no hemos resuelto: ¿enseñaremos educación financiera en las escuelas este año? La integración de la educación financiera en el currículo escolar se basa en la evidencia empírica de su efectividad, respaldada por hallazgos de la neurociencia que revelan cómo el cerebro de los niños y adolescentes se desarrolla en relación con la comprensión y la toma de decisiones financieras.

La neurociencia proporciona una comprensión profunda de cómo el cerebro procesa la información financiera y cómo estas habilidades pueden ser cultivadas desde una edad temprana. Estudios recientes han demostrado que el desarrollo del cerebro en la infancia está fuertemente influenciado por la experiencia y el entorno educativo. Específicamente, el córtex prefrontal, la región del cerebro responsable de la toma de decisiones y la autorregulación, está especialmente receptivo a la formación durante estos períodos críticos de desarrollo.

Al proporcionar educación financiera a niños y jóvenes, estamos aprovechando la plasticidad del cerebro para establecer conexiones neuronales que promuevan una comprensión sólida de los conceptos financieros y habilidades relacionadas.

El lanzamiento de la nueva jornada de Global Money Week (Semana Global del Dinero) destaca a nivel mundial la urgente necesidad de promover programas de educación financiera dirigidos especialmente a los jóvenes. Global Money Week es una campaña global impulsada por la OCDE sobre la importancia de garantizar que los jóvenes, desde temprana edad, estén conscientes financieramente y adquieran gradualmente los conocimientos, habilidades, actitudes y comportamientos necesarios para tomar decisiones financieras acertadas y, en última instancia, lograr el bienestar financiero y la resiliencia financiera.

¿Qué es la Resiliencia Financiera y por qué es importante?

La resiliencia financiera se refiere a la capacidad de una persona para adaptarse y recuperarse de los desafíos financieros, ya sea una crisis económica, la pérdida de empleo o emergencias inesperadas. Esencialmente, implica tener una base financiera sólida que permita afrontar y superar las adversidades. La base no es solo dinero, es también saber "usar" ese dinero. Los jóvenes que adquieren conocimientos financieros sólidos desde el principio están mejor equipados para tomar decisiones financieras inteligentes a lo largo de sus vidas, lo que contribuye a su salud financiera a largo plazo.

Una técnica clave para fomentar la resiliencia financiera en los jóvenes es la habilidad de postergar la gratificación, esto es, poder resistir la tentación de obtener una recompensa inmediata a cambio de un beneficio mayor en el futuro, esta habilidad es fundamental para el ahorro, la inversión y la gestión prudente del dinero.

Pensemos en el famoso experimento realizado por Mischel en la década de 1960, allí ilustra la importancia de la postergación de la gratificación desde una edad temprana. En este experimento, los niños fueron colocados frente a un dulce y se les dijo que podían comerlo de inmediato o esperar un tiempo y obtener dos dulces. Los resultados mostraron que los niños que fueron capaces de postergar la gratificación obtuvieron mejores resultados académicos, sociales y financieros en el futuro.

Los jóvenes que han desarrollado la habilidad de postergar la gratificación son menos propensos a caer en la trampa del endeudamiento excesivo y más propensos a tomar decisiones financieras responsables. Además, la resiliencia financiera también puede jugar un papel importante en la prevención de la ludopatía. Aquellos que son capaces de resistir la tentación de la gratificación inmediata están mejor equipados para manejar sus impulsos y tomar decisiones financieras racionales, lo que reduce el riesgo de caer en patrones de comportamiento adictivo, como el juego compulsivo en línea que hoy muestra estadísticas preocupantes en adolescentes. 

La educación financiera también fortalecerá nuestras instituciones y la democracia, tendremos jóvenes mejores capacitados para evaluar las propuestas económicas que nuestros candidatos presenten, podrán comprender las decisiones y los impactos de las políticas económicas. Tendrán más libertad.

Fortalecer las capacidades financieras de los niños también es salud mental, estudios han demostrado que la educación financiera es una medida efectiva para mejorar su bienestar mental y prevenir la ansiedad y depresión. Al proporcionar habilidades financieras a los niños, podemos ayudar a reducir el estrés financiero y promover una mejor salud mental en la población del mañana.

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