Por la tensión con China, Australia construye su flota más grande desde la Segunda Guerra Mundial
La mejora prevista sigue a una revisión de la defensa que pone de relieve la expansión militar de Beijing en el Pacífico.
Australia duplicará con creces el tamaño de su flota naval con una inversión adicional de 11.100 millones de dólares australianos (u$s 7215 millones) para adaptarse al fortalecimiento militar de China en la región del Pacífico.
La armada se ampliará a 26 buques de guerra, entre ellos 11 nuevas fragatas y seis nuevos buques grandes con capacidad para misiles de largo alcance, a medida que Canberra endurece su postura militar en respuesta a la creciente tensión regional.
La inversión dará a Australia su armada más grande desde la Segunda Guerra Mundial. Esto alivia los temores dentro de la comunidad de Defensa a que el Gobierno no cumpliera con sus promesas de proporcionar fondos adicionales para mejorar la flota después de que una revisión el año pasado considerara que no era adecuada para su propósito.
El ascenso de las 'potencias intermedias': cómo es el nuevo orden geopolítico
El plan tiene como objetivo botar nuevos buques de guerra más rápidamente y al mismo tiempo mantener el compromiso de aumentar la capacidad de construcción naval en Australia.
Según las propuestas presentadas esta semana, el Gobierno ha aplicado recortes a un plan para adquirir fragatas Hunter de la empresa británica BAE Systems, que en 2018 ganó un contrato de 35.000 millones de dólares australianos (u$s 22 mil millones) para construir nueve barcos en Osborne, Australia Meridional.
El contrato había corrido peligro de cancelarse debido a los retrasos y a un posible aumento de los costos hasta los 65.000 millones de dólares australianos (u$s 42 mil millones). La Oficina Nacional de Auditoría también criticó el proceso de contratación.
La revisión del plan Hunter significa que la marina recibirá ahora seis de los nueve buques previstos originalmente.
Australia también adquirirá otras 11 fragatas que podrán entregarse en un menor plazo de tiempo.
La reforma de la armada se produce un año después de que la Revisión del Gasto en Defensa de Australia revelara el mayor cambio estratégico en su postura militar en casi 80 años, argumentando que la intensa competencia chino-estadounidense se había convertido en la característica definitoria de la región del Pacífico.
Citó el fortalecimiento militar de China como "el mayor y más ambicioso de cualquier país desde el final de la Segunda Guerra Mundial".
Cómo evitar la guerra entre Estados Unidos y China
Por otra parte, Australia, Reino Unido y Estados Unidos continúan implementando el acuerdo Aukus, que entregará por primera vez al país del Pacífico submarinos con capacidad nuclear.
El Gobierno ha admitido que la Armada Real Australiana opera la flota de superficie más vieja de su historia. El nuevo plan, que elevará la inversión pública australiana en la flota a 54.200 millones de dólares australianos (u$s 35 mil millones) durante la próxima década, tiene como objetivo añadir más potencia de misiles al arsenal de la armada e introducir barcos con una capacidad más rápida de "disparo y maniobra".
Mark Hammond, jefe de la armada, declaró en un comunicado que la armada necesitaba estar equipada para disuadir a posibles adversarios y defender los intereses nacionales de Australia. "El tamaño, la letalidad y las capacidades de la futura flota de combate de superficie garantizan que nuestra armada esté equipada para afrontar los desafíos estratégicos cambiantes de nuestra región", afirmó.
Por qué Inglaterra, Australia, Alemania y Canadá están compitiendo para atraer trabajadores
Euan Graham, analista senior del think tank ASPI, afirma que el plan representa "un movimiento audaz en la dirección correcta" y que la incorporación de las nuevas fragatas supone un avance sin precedentes en la capacidad de la flota fuera de tiempos de guerra.
Señala que la decisión de comprar nuevas fragatas "disponibles para la entrega" a proveedores internacionales es pragmática dadas las necesidades de la armada.
Sam Roggeveen, director del Programa de Seguridad Internacional del Instituto Lowy, afirma que la incorporación de seis grandes buques de superficie con tripulación opcional refleja las lecciones de conflictos recientes al incorporar más capacidad de misiles a la flota. "La guerra de Ucrania y la conflagración hutí han ilustrado que la profundidad de la carga de misiles es vital para la supervivencia en los mares", explica.
Roggeveen opina que China podría no verse perturbada por la reforma de Australia, ya que cuenta con un vasto arsenal de armas diseñadas para hundir barcos de superficie. "La idea de que esto podría inclinar significativamente la balanza [hacia Australia] es errónea", afirma.
Compartí tus comentarios