Ni girasol ni oliva: este es el aceite más saludable para cocinar
Esta opción, además de ser más económica, es excelente para freír y aromatizar tus alimentos.
En México, el consumo anual promedio de aceite de girasol alcanza las 38.200 toneladas, con un consumo per cápita de aproximadamente 1.2 litros por año.
A pesar de que representa el 10% del total de aceites comestibles, su alto contenido en ácidos grasos omega-6 puede aumentar el riesgo de enfermedades, incluyendo depresión.
Si bien el aceite de oliva extra virgen es una opción más saludable, su precio elevado a nivel mundial puede no ser accesible para todos. Por esta razón, el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) reveló una alternativa con múltiples beneficios para la salud.
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Adiós aceite de oliva: está alternativa es más económica e igual de saludable
El aceite de orujo de oliva, derivado del alperujo que incluye agua, piel y hueso, surge como un subproducto de la obtención de los aceites de oliva.
Mientras que la producción de los tres tipos de aceites de oliva emplea en promedio un 20% del fruto, el restante 80% se compone del alperujo, también conocido como orujo graso húmedo, obtenido después de la primera molturación.
A diferencia de su renombrado pariente, el aceite de orujo ha recibido escasa atención en investigaciones científicas, y solo recientemente se han iniciado estudios para comprender sus efectos.
¿Se puede consumir aceite de orujo de oliva?
Si estás preguntándote para qué sirve el aceite de orujo de oliva, la respuesta es que, efectivamente, puede utilizarse en la cocina.
Esta opción es excelente para freír, porque resiste a altas temperaturas sin alterar el sabor de los alimentos. Además, permite conseguir una fritura crujiente y no excesivamente grasa.
Sin embargo, no es la mejor opción para aliñar ensaladas o acompañar en tostadas. Su sabor es poco predominante, aunque sí puede resultar efectivo para aromatizar ciertos platos.
Beneficios del aceite de orujo de oliva
Estudios recientes del Instituto de la Grasa (IG) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han destacado que el consumo regular de aceite de orujo de oliva puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares y metabólicas, siendo una opción más saludable que los aceites vegetales comunes.
La sustitución parcial o total del aceite de girasol en alimentos horneados o fritos por aceite de orujo podría mejorar su valor nutricional y resistencia a la oxidación.
Además, investigaciones respaldadas por Oriva han señalado beneficios significativos en el consumo regular de este alimento en la reducción del colesterol, grasa visceral y circunferencia de la cintura, aspectos claves en la lucha contra la obesidad.