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La sorprendente razón por la que dormimos más en invierno que en verano: esto dicen los científicos

La ciencia dio una respuesta a porque te quedas dormido en invierno y se duerme poco en verano.

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Con el cambio de las estaciones y el team verano enemistado con el team invierno surgen diversos pros y contras que dividen aún más el debate. Por ejemplo, un factor tan importante para los seres vivos como dormir. En este caso, la razón por la cual se duerme mucho más en invierno que en verano y nada tiene que ver con el ocio por el calor sino con la evolución humana.

En los meses oscuros y fríos del invierno, con el despertador a la misma hora de siempre, es fácil que algunas preguntas procrastinen el levantarse de la cama, entre ellas surge ¿cómo sí la mayoría de los mamíferos hibernan durante invierno el humano no?

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Algunos expertos señalan que los antepasados de la especie han vivido siempre en regiones demasiado cálidas como para que se llegaran a generar esas adaptaciones evolutivas del metabolismo que caracterizan al resto de mamíferos. A esto se le suma la luz artificial y un motivo científico que está aún en desarrollo pero que puede ser la solución al insomnio. 

La ausencia de luz y el clima afectan de forma directa al sueño. Fuente: Archivo

¿Por qué se duerme más en invierno que en verano?

Estudios recientes demostraron que la exposición a la luz artificial previo a la hora de dormir puede suprimir la secreción de melatonina, una hormona producida por la glándula pineal que regula el reloj interno, conocido como reloj circadiano, que regula el ciclo natural de sueño y vigilia que se repita mientras vuelve a la mente somnolienta. Tendría sentido que esta sea la razón por la diferenciación de sueño entre estaciones pero no es la única. 

Un equipo de investigadores de la Universidad de Berlín, utilizó registros detallados de 188 pacientes que vivían en entornos urbanos y sufrían alteraciones en sus patrones de sueño. Y encontró que incluso cuando estaban expuestos mayormente a luces artificiales, los participantes experimentaron variaciones estacionales en el sueño de movimientos oculares rápidos (REM, por sus siglas en inglés), que está directamente relacionado con el ritmo circadiano.

Incluso, los participantes lograron dormir una hora más en diciembre que en junio. Su sueño REM -la cual es la etapa más activa del sueño, cuando se sueña y aumenta el ritmo cardíaco- duró 30 minutos más en el invierno que en el verano.

A esto se le suma un descubrimiento inesperado, ya que también había cambios de estacionalidad en la etapa de sueño de ondas lentas (SWS, por sus siglas en inglés), conocido como el sueño profundo. Los participantes del estudio tuvieron 30 minutos más de SWS.

Dieter Kunkz, uno de los autores del estudio y director de la clínica del sueño y cronomedicina del Hospital St Hedwing en Berlín, Alemania, explica la razón de la sorpresa y es que: "el sueño profundo no está impulsado por el sistema de tiempo circadiano como en el REM; es un proceso homeostático. Esto significa que cuanto más tiempo estás despierto, más sueño profundo necesitarás para recuperar tu energía". Por lo que deberán seguir desarrollando al respecto.

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¿Es conveniente cambiar el horario de sueño en invierno y en verano?

La mayoría de las personas mantienen un patrón similar de sueño todo el año. Dado que la escuela y el trabajo determinan a qué hora empieza el día siguiente, según Kunz sería mejor irse a la cama un poco más temprano en invierno dada la mayor necesidad de dormir. "Cuando sabemos que necesitamos dormir más en invierno, no tiene sentido mantener los horarios que fijamos cuando nos sentimos mejor durante el verano", señala el investigador.

En cambio, una buena noche de sueño también se compone de la temperatura corporal que debe estar entre los 31° y 35°C, algo que se puede controlar fácilmente con la calefacción moderna. Pero en el verano, cuando las temperaturas altas son más comunes, sobre todo durante las olas de calor, puede ser muy complejo dormir la cantidad de horas necesarias.

La falta de sueño está asociada con un incremento del riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2, enfermedades coronarias, infecciones, obesidad y depresión, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.

En España se duerme de media dos horas menos en verano que en invierno. Fuente: Archivo
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