La ciencia explica cómo la forma en que respiramos impacta en la memoria y en el miedo que podemos sentir
La influencia de la forma en que respiramos sobre nuestro cerebro es más significativa de lo que se pensaba.
La respiración, un acto tan automatizado por todos, influye de manera significativa en nuestra salud física y en funciones mentales como la memoria y las emociones.
Investigaciones científicas demostraron que controlar la respiración y hacerla de una determinada manera puede mejorar las funciones cognitivas y regular el miedo en situaciones de estrés.
¿Cómo la forma en la que respiramos impacta en la memoria y en el miedo?
Un estudio publicado en el Journal of Neuroscience demostró que respirar por la nariz, en lugar de por la boca, optimiza la actividad cerebral en áreas específicas vinculadas a la memoria y la gestión de las emociones, como el córtex piriforme, la amígdala y el hipocampo.
El córtex piriforme, que está relacionado con el sentido del olfato, muestra una mayor actividad cuando se respira por la nariz, lo que sugiere que la respiración nasal sincroniza mejor las oscilaciones eléctricas en esta región.
De manera similar, la amígdala, que juega un papel central en el procesamiento de las emociones, particularmente el miedo, y el hipocampo, que es esencial para la formación y recuperación de recuerdos, también experimentan una mayor coherencia y coordinación durante la respiración nasal.
Para evaluar el impacto de esta sincronización en funciones cognitivas y emocionales, los investigadores realizaron pruebas en las que los participantes debían identificar expresiones emocionales, como miedo o estrés.
Los resultados fueron sorprendentes: aquellos que respiraban por la nariz lograron identificar las emociones con mayor rapidez y precisión que los que respiraban por la boca.
Este hallazgo destaca cómo la respiración nasal puede agudizar nuestra percepción emocional, particularmente en situaciones que involucran el miedo.
Además, los participantes realizaron una prueba de memoria en la que debían recordar y reconocer imágenes previamente vistas. Los resultados confirmaron que la respiración nasal facilitó la recuperación de detalles específicos, lo que implica que este tipo de respiración optimiza las funciones cognitivas relacionadas con la memoria.
Este estudio resalta cómo la respiración nasal no solo mejora la percepción de emociones y la memoria, sino que también tiene un efecto sincronizador en las ondas cerebrales que potencia el rendimiento cognitivo.
Respiración nasal: cómo integrarla en tu día a día
Adoptar la respiración nasal como una práctica diaria puede ser una estrategia efectiva para mejorar tanto nuestra salud mental como emocional.
Algunas recomendaciones para integrar esta técnica de respiración a nuestra rutina son:
- Practicá respiración nasal durante momentos de concentración, como leer o estudiar.
- Realizá ejercicios de respiración profunda para reducir el estrés y mejorar la claridad mental.
- Usá la respiración nasal cuando enfrentes situaciones que generen ansiedad o miedo para regular tus emociones.
- Incorporá pausas de respiración nasal en tu jornada laboral para mantenerte calmado y enfocado.
- Intentá dormir respirando por la nariz para mejorar la calidad del descanso y la recuperación mental.
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