Longevidad y calidad de vida

El hábito que conviene dejar en la alimentación después de los 50 años para aumentar la esperanza de vida

Eliminar un elemento de la dieta puede ser un paso clave para mejorar la salud y aumentar la longevidad.

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La alimentación juega un papel clave en la salud y el bienestar a lo largo de la vida, y después de los 50 años, los hábitos que se eligen pueden marcar la diferencia en la esperanza de vida. Hay uno que conviene dejar atrás.

Se trata del consumo de azúcares añadidos. Este hábito, a menudo subestimado, puede tener un impacto significativo en la longevidad, haciendo que cuidar de la alimentación sea una prioridad en esta etapa de la vida. 

Hábitos saludables: ¿por qué dejar el azúcar añadido mejora la alimentación después de los 50 años?

Investigaciones recientes de la Universidad de California en San Francisco han puesto de relieve la conexión entre la reducción del azúcar añadido y una edad biológica más joven a nivel celular. 

Este estudio sugiere que disminuir el consumo de azúcares, sobre todo después de los 50 años, puede ser un factor clave para aumentar la esperanza de vida

Según la coautora principal, Barbara Laraia, "eliminar 10 gramos de azúcar añadido al día podría equivaler a retrasar el reloj biológico en 2,4 meses, si se mantiene en el tiempo".

Una dieta baja en azúcares está asociada con una mayor longevidad y una edad biológica más joven.  (Fuente: Freepik)

El azúcar añadido está presente en aproximadamente el 74% de los alimentos procesados, incluyendo opciones que a menudo se consideran saludables, como el yogur y las barritas energéticas.

Esta información resalta la importancia de revisar las etiquetas de los productos y ser conscientes de lo que se consume. 

Eliminar el azúcar añadido de la dieta: ¿cómo puede aumentar la esperanza de vida?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el consumo excesivo de azúcares libres, presentes en bebidas azucaradas y alimentos procesados, contribuye al aumento de problemas de salud como la obesidad y la diabetes. 

Según sus recomendaciones, estos azúcares no deberían representar más del 10% de las necesidades energéticas totales diarias. Reducir esta cifra a menos del 5% puede traer mejoras significativas en la salud.

Eliminar el azúcar de la alimentación después de los 50 años puede contribuir a una mejor calidad de vida y bienestar general.  (Fuente: Freepik)

La clave para alcanzar una vida saludable y prolongada radica en:

  • Establecer hábitos alimenticios desde la niñez.
  • Controlar la ingesta de azúcares.
  • Fomentar una relación positiva con la alimentación.

Aunque es ideal comenzar a reducir el azúcar desde una edad temprana, nunca es tarde para implementar cambios

Adoptar un enfoque más equilibrado en la alimentación y priorizar alimentos ricos en nutrientes puede resultar en mejoras en la salud metabólica y una mayor esperanza de vida.

El camino hacia una longevidad saludable comienza con decisiones informadas sobre lo que se consume, haciendo de la reducción de azúcares un hábito clave para todos, especialmente después de los 50 años.

Antes de realizar o modificar un plan alimenticio, se recomienda consultar con un especialista.


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