Con una nueva jugada momentánea, se detiene la disputa para salvar a la 'mejor bodega del mundo'

A pocos días del inicio de la Vendimia, el empresario vitivinícola José Zuccardi continúa envuelto en una fuerte pelea judicial con su hermana. Luego de recibir un sorpresivo allanamiento en la causa que investiga un posible "vaciamiento de la bodega", el ex presidente de Coviar presentó un recurso extraordinario ante la Justicia de Mendoza para que se "suspenda" la causa hasta que La Corte Suprema de la Nación se expida a través de un fallo.

A principio de año, la Justicia de Mendoza intimó a José Alberto Zuccardi a pagarle a su hermana María Cristina Zuccardi los u$s 12 millones de intereses que fueron definidos en un fallo en agosto por el reparto de la herencia. El empresario bodeguero recibió además una denuncia penal por fraude y fue acusado de querer "vaciar" la empresa para no pagar la deuda.

Ante esto, en noviembre del año pasado, José Zuccardi presentó un recurso ante la Corte Suprema de Justicia para revisar algunas interpretaciones que hizo la corte provincial. En Talcahuano 550, donde trabajan los jueces supremos estará el destino final de una de las principales bodegas de la Argentina.

En los últimos meses, "Zuccardi siguió con su actividad normal. Se crearon nuevas marcas, se hicieron transferencias entre las distintas unidades de negocios. Lejos de estar vaciando la empresa lo que está haciendo José es integrar a sus hijos en las líneas de negocios, esa planificación familiar tiene muchos años y no se detuvo", explicó Bernardo Saravia Frías, abogado de José Zuccardi que fue procurador del Tesoro durante el gobierno de Mauricio Macri.

Ante el sorpresivo allanamiento el viernes pasado, "presentamos un escrito en la causa penal. Ahí designamos abogado penal y pedimos a la Justicia de Mendoza que se suspenda todo hasta que la Corte, que es el máximo tribunal, se expida", explicó el letrado.

Si bien la Corte Suprema de la Nación podría tardar meses en emitir un fallo definitorio, Saravia Frías confía en que el proceso sea rápido y antes de mitad de año se consiga "finalizar con el conflicto".

En ese sentido el propio José Zuccardi definió el fallo como "injusto, arbitrario e inconstitucional". Pero no duda en que La Corte desestimará el reclamo de su hermana.

Denuncia de vaciamiento

La denuncia de María Cristina no solo es contra José Zuccardi, sino también contra la hija del bodeguero María Julia y contra Pedro Giovanello, apoderado de La Agrícola SA y de Viña Santa Julia SA, y fiduciario del fideicomiso Familia Zuccardi.

La denuncia solicita una medida cautelar o embargo sobre las 112 marcas "transferidas ilegalmente" por José Alberto Zuccardi a Viña Santa Julia. Además, pide que se anote la medida y se la comunique "con urgencia" al Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual (INPI) y a la Dirección de Personas Jurídicas de Mendoza "a los fines de garantizar el cobro de los montos establecidos por la sentencia".

Asimismo, indica que la presunta acción delictiva se habría realizado antes, durante y luego de la sentencia civil de la Corte Suprema de Justicia del pasado 5 de agosto de 2024, por la que condena exclusivamente a José Alberto y su patrimonio, compuesto entre otros precisamente por las marcas que se habrían transferido

"La empresa, desde agosto hasta ahora, funcionó con normalidad porque la demandante no había ejecutado el fallo. Por eso es totalmente falsa esta denuncia", explicó Saravia Frías.

La imagen de la bodega

Para Zuccardi, "la bodega no está afectada por este proceso y  ha seguido sus planes de inversión de acuerdo a lo planificado". Además remarcó que "el juicio es contra mi persona, no contra la compañía y esperamos que en breve la Corte Suprema Nacional acepte la queja".

De hecho, en la empresa ya anticipan un nuevo récord en la producción. "En cantidad de kilos estimamos un alza del 10% comparado al año pasado. Se va a destinar tanto al mercado interno como el externo. El foco y el negocio siguen siendo el mismo", aseguró Zuccardi.

Una disputa familiar

La denuncia repasa la historia de la familia Zuccardi, desde los años 60, cuando Alberto Victorio Zuccardi y su esposa Emma Cartellone eran propietarios de la gran mayoría del paquete accionario de tres sociedades anónimas: La Agrícola SA, Cimalco SA y Cimalco Neuquén SA.

En 1991 Alberto Victorio Zuccardi realizó, en vida, el reparto de estos activos entre los tres hijos. La Agrícola quedó en manos del único hijo varón, José Alberto. Mientras que dos constructoras, Cimalco Mendoza y Cimalco Neuquén, pasaron a manos de las hijas. Aquella decisión se formalizó con un contrato al que todos los hijos suscribieron.

La Agrícola se convirtió en la bodega emblema del apellido, mientras que las constructoras fueron perdiendo peso en el mercado. Alberto, el patriarca de la familia, murió en 2014, y su esposa, Emma, en 2020 sin bienes que repartir.

En 2018, María Cristina Zuccardi presentó un reclamo judicial. Sostenía que había sido perjudicada en el reparto de bienes y que su porción no tenía relación con el valor de los activos en el momento del fallecimiento de su padre.

El bodeguero tiene actualmente el 99,7% del paquete accionario de La Agrícola, mientras que el 0,3% restante pertenece a los tres hijos, mediante donaciones efectuadas a cada uno de ellos por sus abuelos y su padre.

"Veremos en futuras ampliaciones que esta composición societaria y los valores de las acciones han sufrido sustanciales modificaciones con la única intención de alterar esencialmente con maniobras defraudatorias por parte José, licuando su patrimonio", concluye la denuncia.