Con agua enlatada, Sparkling quiere entrar en el segmento de consumo hogareño
La marca, que está concentrada en segmento corporativo, se renueva tras volver a manos nacionales y amplía su portafolio
Con una inversión de $ 120 millones, Sparkling la marca premium de dispensers de agua embotellada para oficinas, lanza latas de soda y agua con un claro objetivo: entrar a los hogares y llegar así al consumidor final.
Con casi 40 años de trayectoria, la marca, que originalmente formaba parte del grupo norteamericano Culligan, fue adquirida en 2021 por un grupo de emprendedores argentinos.
Actualmente, Sparkling cuenta con más de 160 empleados y opera desde su planta ubicada en la ciudad de Buenos Aires, con capacidad para procesar 6,4 millones de litros de agua por mes. Además, la empresa posee plantas embotelladoras en las ciudades de Córdoba y Rosario, y una red logística conformada por 15 distribuidores y 40 unidades de distribución urbana.
"El lanzamiento estaba pensado y proyectado para 2023 pero las dificultades para importar aluminio hizo que tuviéramos que atrasar los planes y recién se hicieron realidad este año", contó Kevin Pedreira, CEO de la empresa.
En la Argentina, el 80% de las latas de bebidas son recicladas. Además, según Sparkling, el aluminio actúa como barrera contra la luz y el aire, protegiendo al contenido de su exposición al oxígeno y la luz solar, lo cual mantiene la frescura y la calidad del agua por más tiempo, con el objetivo de proporcionar una experiencia de consumo agradable.
Hace apenas dos meses Sparkling comenzó a producir agua y soda en latas de 473 cm3. "En esta primera etapa estamos trabajando con 40.000 unidades por mes, pero el objetivo es llegar a las 100.000 unidades producidas en el corto plazo", agregó el empresario.
En ese sentido la marca está trabajando en acuerdos comerciales con las principales cadenas de supermercados para estar presentes en las góndolas. "Buscamos que sea un producto de consumo masivo y llegar a los hogares", dijo.
En la Argentina hay dos marcas que producen agua en lata: Salvador y Killsed. "Son empresas más chicas, nosotros buscamos ser realmente masivos. Llegar a todos los hogares", agregó Pedreira.
Una tendencia mundial
La presentación en lata no es caprichosa, es una tendencia que se instaló en el mundo y que, poco a poco, está creciendo en el país.
Si bien es más cara que la botella tradicional apunta a otro tipo de público. "Entendemos que no es para salir a hacer actividad física. Pero si va muy bien para los boliches, los restaurantes, la hotelería o hasta para tener en la heladera ocupando poco espacio de tu casa", sostuvo el empresario.
En paralelo la marca está trabajando para lanzar botellas de plástico de 1,5 litros, de 600 cm3 y los clásicos sifones. "Hay un mercado que lo está demandando y queremos estar ahí. Somos fuertes en el ámbito empresarial, pero hoy queremos salir de nuestra zona de confort", agregó.
Si bien en un principio el objetivo es afianzar el producto en la Argentina los planes son ambiciosos para futuro: "La capacidad de producción es muy amplia. Se pueden sumar líneas de producción. Hoy el foco es el mercado local pero queremos exportar al mundo nuestra agua", finalizó.
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