Qué significa que una persona no puede dejar de decir mentiras, según la psicología
Investigaciones han demostrado que ciertas características en la estructura cerebral pueden predisponer a individuos a desarrollar comportamientos de mentira patológica.
En el ámbito de la psicología, el fenómeno de la mentira patológica ha sido ampliamente estudiado, especialmente bajo el prisma de trastornos como la mitomanía. Caracterizada por una tendencia crónica a mentir sin motivos aparentes, la mitomanía se distingue de las mentiras ocasionales que buscan un beneficio directo.
Un estudio revelador publicado en Psychiatry Research ha identificado posibles diferencias estructurales en el cerebro de personas mitómanas, señalando a la corteza prefrontal como una zona crítica en la gestión de la veracidad y el autocontrol.
Estudio revelador: ¿por qué mienten las personas, según la psicología?
Los motivos que llevan a una persona a desarrollar una tendencia compulsiva a mentir son múltiples y complejos. Desde la psicología, se han identificado distintos factores que pueden influir en este comportamiento, abarcando desde aspectos neurológicos hasta psicológicos y de personalidad.
Factores neurológicos
Investigaciones han evidenciado que alteraciones en la estructura cerebral pueden jugar un papel crucial en la mentira patológica. Estudios específicos han señalado que las diferencias en las conexiones neuronales, especialmente aquellas que afectan la regulación de la inhibición de impulsos, podrían predisponer a los individuos a mentir de manera compulsiva. Esta disfunción neural subraya la posibilidad de que la mentira patológica tenga una base biológica significativa.
Factores psicológicos
Las experiencias traumáticas y otros problemas emocionales como la baja autoestima o una intensa necesidad de atención también pueden contribuir a este patrón de mentiras. En estos contextos, la mentira se transforma en un mecanismo de defensa o en un medio para construir una imagen de sí mismo más favorable, que el individuo percibe como más aceptable o deseable ante los demás.
Trastornos de la personalidad
Por otro lado, la mentira compulsiva puede estar estrechamente vinculada con trastornos específicos de la personalidad, como el trastorno de la personalidad antisocial o el trastorno límite de la personalidad. En personas con estos diagnósticos, las mentiras no solo son frecuentes, sino que a menudo se utilizan estratégicamente para manipular o controlar situaciones y relaciones, revelando un patrón más profundo y perturbador de deshonestidad.
¿Cuáles son los tratamientos para la mentira patológica?
El tratamiento de la mentira patológica debe ser personalizado, dependiendo de las causas subyacentes y las circunstancias individuales del paciente. La terapia psicológica juega un papel central en la mayoría de los casos, apoyada en ocasiones por tratamientos farmacológicos para abordar condiciones asociadas.
- Terapia cognitivo-conductual: la terapia cognitivo-conductual (TCC) es frecuentemente la piedra angular en el tratamiento de la mentira patológica. Esta modalidad terapéutica ayuda a los pacientes a reconocer y entender los patrones detrás de sus mentiras, facilitando el desarrollo de estrategias alternativas para manejar sus emociones y conflictos sin recurrir a la deshonestidad.
- Tratamiento farmacológico: en casos donde la mentira patológica coexiste con otros trastornos psiquiátricos, como la ansiedad o la depresión, puede ser adecuado un enfoque farmacológico. Medicamentos específicos, prescritos por un profesional, pueden ayudar a manejar estos trastornos subyacentes, aliviando los síntomas que pueden estar impulsando el comportamiento de mentir.