Qué significa que una persona necesite tener el televisor encendido para poder dormir, según la psicología
Descansar junto a la tevé prendida tiene varios significados, según los estudios de la psicología.
Dormir con la televisión prendida es una conducta más común de lo que se piensa, especialmente en contextos urbanos donde el ritmo de vida acelerado y la sobrecarga emocional son parte del día a día. De esta situación, la psicología tiene mucho que hablar al respecto.
Aunque para muchos parece una simple costumbre, esta práctica encierra significados emocionales profundos y patrones aprendidos que la psicología ha estudiado con detenimiento. No se trata solo de una cuestión de gustos, sino de un reflejo de necesidades internas que se manifiestan al momento de dormir.
Qué significa dormir con la televisión prendida, según la psicología
Desde la psicología, encender el televisor antes de dormir puede ser un mecanismo de autorregulación emocional. Diversos estudios sugieren que esta práctica funciona como una forma de lidiar con la soledad, el estrés o la ansiedad. En particular, especialistas en salud mental señalan que el sonido constante y la luz tenue del aparato ofrecen una sensación de compañía, lo cual ayuda a crear un entorno percibido como más seguro y acogedor.
Para quienes atraviesan momentos difíciles, el simple hecho de tener una voz en el fondo puede representar un alivio ante el silencio nocturno. Además, el contenido televisivo también puede servir como distracción ante pensamientos intrusivos o preocupaciones que suelen intensificarse durante la noche, brindando así una transición más suave hacia el sueño.
Dormir con la televisión prendida: hábitos, sueño y sus consecuencias
Desde la psicología conductual, se plantea que dormir con la televisión prendida puede ser una conducta aprendida desde la infancia. Si durante el crecimiento se normalizó este entorno para conciliar el sueño, es probable que en la adultez se reproduzca el mismo patrón. El cerebro asocia la luz y el sonido del televisor con la rutina de descanso, generando cierta dependencia a estos estímulos para poder relajarse.
Sin embargo, mantener la televisión encendida durante la noche también puede traer efectos negativos en la calidad del sueño. La exposición continua a la luz azul que emiten las pantallas afecta la producción de melatonina, una hormona esencial para regular el ciclo sueño-vigilia. Esto puede derivar en un descanso más superficial o con frecuentes interrupciones.
Ante este panorama, expertos en higiene del sueño recomiendan reemplazar la televisión por opciones menos invasivas como audiolibros, música relajante o sonidos naturales.