Ni oliva, ni girasol: el aceite que casi nadie conoce pero se usa para todo, está lleno de vitaminas y es uno de los mejores para el corazón
Descubre una alternativa saludable y económica, fácil de incorporar en tu dieta, que supera al aceite de oliva y girasol.
El aceite es un componente esencial para cualquier aficionado a la gastronomía. Ya sea para cocinar o para condimentar nuestros platillos, este producto siempre figura en nuestras listas de compras en el supermercado.
Existen diversos tipos de aceites, cada uno con sus beneficios, usos y propiedades. Entre ellos, el de oliva y el de girasol se han consolidado como los más destacados, gracias al notable equilibrio que ofrecen en estas tres categorías.
Sin embargo, si lo que se busca es una opción más económica, hay otra alternativa que generalmente no es tenida en cuenta, pero que en los últimos años ha ganado popularidad por sus beneficios para la salud del corazón y su amplia gama de funciones. A continuación, te informamos sobre esta opción.
¿El sustituto ideal? El aceite lleno de vitaminas que pocos conocen
El aceite de soya se distingue como un ingrediente culinario notable por su versatilidad y sus múltiples beneficios para la salud.
Entre sus propiedades nutricionales, resalta su contenido de vitamina K, ya que con tan solo una cucharada de este aceite se puede cubrir el 20% del valor diario recomendado. Este nutriente es fundamental no solo para la coagulación sanguínea, sino que, según indica Medlineplus, diversos estudios han evidenciado sus beneficios en la salud ósea de los adultos mayores.
Asimismo, la vitamina E se destaca entre sus componentes, ofreciendo significativas ventajas antiinflamatorias, facilitando la utilización de la vitamina K y actuando como un potente antioxidante, que protege las células del organismo contra el daño ocasionado por los radicales libres.
Por otro lado, la Federación Mexicana de Diabetes subraya el elevado contenido de ácidos grasos polinsaturados en este alimento, tales como el omega-3 y el omega-6, nutrientes que el organismo no puede sintetizar por sí mismo y que son cruciales para combatir el colesterol LDL (conocido como colesterol malo) y para proteger contra las enfermedades cardiovasculares. Además, son esenciales para el crecimiento celular y el desarrollo cerebral.
Un aceite accesible y perfecto para todas las preparaciones
El aceite de soya se distingue por su punto de humeo superior al de otras alternativas, lo que le permite mantener sus propiedades naturales incluso a altas temperaturas. Esto lo convierte en una opción ideal para diversas técnicas de cocción, especialmente en el freído.
Su cuerpo ligero y su capacidad para rendir más que otros aceites en la cocina son características que lo hacen destacar. Su vida útil en términos de freído es notable, lo que lo convierte en un aliado en la preparación de alimentos.
En cuanto a su sabor, se trata de un aceite neutro, perfecto para conservar el gusto original de las preparaciones y adecuado para una amplia variedad de platillos.
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