Esta es la verdadera mejor edad para casarse: científicos aseguran que evita más divorcios
La ciencia reveló que la edad de consumar matrimonio puede influir en las probabilidades de divorcio a largo o mediano plazo. Conoce los detalles.
Las parejas suelen optar por casarse en búsqueda de sellar su compromiso, felicidad y amor hasta que la muerte los separe. Sin embargo, muchos matrimonios terminan en divorcio y para evitarlo mucho influye la edad de dar el "sí quiero", según reciente estudio científico.
El matrimonio no solo es una convención social, sino que se trata de un pacto de amor entre parejas. Antes de tomar la decisión, se debe estar completamente seguro para apostar a una relación a largo plazo.
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Si bien no existe una edad ideal para casarse, recientes estudios han comprobado que según el rango etario puede haber más o menos probabilidades de divorcio. Por lo que, de acuerdo a la investigación, la edad en la que se contrae el matrimonio puede influir en su durabilidad.
Esta es la verdadera mejor edad para casarse y evitar divorcios prematuros
Estudios realizados por la Universidad de Utah a cargo de Nicholas H. Wolfinger, sugieren que una franja de edad más apropiada para casarse.
Los resultados demostraron que la franja etaria más propicia para el matrimonio es entre los 28 a 32 años. La investigación determinó que las parejas que se casan a esa edad son menos propensas al divorcio.
Según Wolfinger, cuando estudiaron los matrimonios más allá de los 32 años, el dato de divorcios iba en ascenso. "Las cifras de divorcio descendían si el matrimonio había tenido lugar entre los 28 y el principio de los treinta", aclaró explicó el autor del estudio cuando analizaban los datos de matrimonios norteamericanos entre los años 2006-2010 y 2011- 2013.
Este rango se sostiene sin importar el sexo, nivel de estudios, religión o historial sexual de las parejas. Las etapas de una relación varían dependiendo de las personas, pero el matrimonio marca un antes y un después.
Qué pasa con los casamientos jóvenes
El estudio determinó que casarse en la adolescencia es lo más arriesgado y aumenta notablemente las probabilidades de divorcio. Esto tiene sentido, ya que, como explican los expertos, al ser tan joven es común enfrentar problemas económicos e incertidumbre sobre el futuro profesional.
También pueden sumarse presiones externas de la familia, los amigos, el trabajo o los estudios. Mucho tiene que ver el grado de maduración personal e intelectual no está del todo desarrollado en la adolescencia.