Esta es la manera exacta en la que debes comer la avena para regular el azúcar en sangre y controlar el colesterol
Quienes busquen aprovechar al máximo sus beneficios podrán incorporar este cereal a su dieta diaria de diversas maneras.
A la hora de pensar en alimentos saludables que permitan mantener en equilibrio al organismo, la avena resulta una poderosa aliada para un gran número de consumidores.
Se trata de uno de los cereales más utilizados en preparaciones durante el desayuno o las meriendas, siendo altamente ventajosa para quienes la ingieren al comenzar el día.
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Existen múltiples maneras de incorporarla a la dieta diaria, y aquí se enlistarán cuáles son las mejores y más prácticas para adquirir el hábito y maximizar sus beneficios.
¿Qué nutrientes aporta la avena y cuáles son sus beneficios?
Quienes consumen este tipo de cereal, incorporan a su organismo una gran variedad de nutrientes, entre los que se destacan:
- Vitamina B y E
- Fibra
- Fósforo
- Tiamina
- Magnesio
- Zinc.
Combinar la avena con una dieta balanceada permiten maximizar los beneficios que aporta, como controlar los niveles de azúcares que circulan en sangre y reducir el colesterol malo.
Según informa Mayo Clinic, al ser una rica fuente de fibra soluble, su ingesta permite reducir el colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés), conocido como "colesterol malo", lo cual ayuda a la salud cardiovascular.
Al mismo tiempo, la fibra disminuye la velocidad a la que el organismo absorbe el azúcar de los alimentos, contribuyendo de esta manera a reducir los niveles de glucosa y evitando así la resistencia a la insulina y la diabetes.
¿Cómo puede consumirse la avena para aprovechar sus beneficios?
Existen múltiples maneras de incorporar la avena a la dieta diaria. Algunas preparaciones son ideales para la hora del desayuno, mientras que otras pueden rendir para comidas más abundantes.
- Avena cocida: cocinar la avena con agua o leche y añadir frutas, frutos secos, semillas o miel para un desayuno nutritivo.
- Avena en batidos: agregar avena cruda a los batidos para aumentar el contenido de fibra y proteínas.
- Avena remojada: remojar la avena durante la noche en leche o yogur, conocida como "overnight oats", y agregar frutas y nueces.
- Avena en productos horneados: incorporar avena en galletas, panes o muffins para aumentar el contenido nutricional.
- Avena en sopas y guisos: utilizar avena como espesante natural en sopas y guisos.
- Avena cruda: añadir avena cruda a yogures o ensaladas para un extra de fibra y textura.