El hermoso poema de Jorge Luis Borges con el podrás superar para siempre un amor del pasado
Aquellas personas que cuenten con el corazón roto y busquen olvidar a una antigua pareja, se les recomienda leer esta hermosa obra del ensayista argentino.
Ya sea a través de la música, la pintura o la poesía, las manifestaciones artísticas suelen ser la manera más profunda de revelar el contexto sentimental por el que una persona atraviesa. Concretamente, el desamor es uno de los temas que más abunda en las distintas obras, donde quedan reflejados los tiempos de añoranza de sus autores.
En este aspecto, el poeta argentino Jorge Luis Borges ha trascendido en el tiempo ofreciendo a los aficionados de la literatura un gran escrito a través del cual sus lectores podrán sanar su corazón roto y el dolor que deja un amor del pasado.
¿Quién fue Jorge Luis Borges?
Nació el 24 de agosto de 1899 en Buenos Aires y se destacó internacionalmente por ser una de las máximas figuras de la literatura mundial al desempeñarse como poeta, ensayista y escritor argentino.
De acuerdo a la información que brinda el Gobierno argentino a través de su sitio web oficial, Borges creció en un ambiente que propició su interés por la lectura, el estudio y los idiomas.
Desde temprana edad, escribió tanto en español como en inglés. Estudió en Ginebra e Inglaterra. Vivió en España, desde 1919; y colaboró en revistas literarias francesas y españolas, donde publicó ensayos y manifiestos.
Entre sus grandes obras, se destacan seis poemas de amor: "El amenazado", "El enamorado", "Las causas", "Lo perdido", "Ausencia" y "1964". Este último ha sido catalogado como un gran aliado para superar cualquier desamor. El escritor contrajo matrimonio con María Kodama en 1986 y falleció el 14 de junio de ese mismo año.
El poema de Jorge Luis Borges para superar un desamor: "1964"
"Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines. Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,
cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.
Nadie pierde (repites vanamente)
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente
para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.
II
Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta
y aunque las horas son tan largas, una
oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna
y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.
Sólo que me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina".