Cómo impacta en la salud mental de los fanáticos del fútbol cuando su equipo pierde, según la psicología
La psicología explica la manera en que la derrota de su equipo puede impactar en la salud mental de todo fanático y ofrece estrategias para mitigarla.
La pasión por un equipo es difícil de poner en palabras. En países como el nuestro, el fútbol despierta emociones tan fuertes como viscerales. Es que, cuando el fanatismo se lleva en la sangre alegrías y tristezas, victorias y derrotas se viven con la misma intensidad. ¿De qué forma impacta esto en la salud mental según la psicología?
Los expertos advierten que las repercusiones tanto a nivel físico como emocional pueden llegar a afectar la salud de los fanáticos de manera que muy pocos imaginan.
EL SAT congelará las cuentas bancarias de los mexicanos que se olviden de pagar esta deuda
Cómo impacta en la salud física de un fanático la derrota de su equipo
Mientras que las victorias de un equipo generan sentimiento de pertenencia y sensaciones placenteras, una derrota puede ser devastadora a nivel físico y emocional.
Según un informe publicado en Current Problems in Cardiology, un partido de fútbol puede elevar la presión arterial y la frecuencia cardíaca. La tensión acumulada durante el desarrollo de un encuentro deportivo, especialmente cuando el equipo favorito está perdiendo, puede desencadenar en problemas cardíacos si no se toman precauciones.
¿Qué hacer entonces? Los especialistas recomiendan estar atentos a las reacciones físicas durante el partido, especialmente si el corazón comienza a acelerarse de forma notable. En ese caso, la sugerencia es levantarse y caminar durante el entretiempo para reducir el estrés.
Otro consejo cambiar los snacks altos en sodio durante los partidos por opciones más saludables como frutas y verduras.
Los efectos emocionales de la derrota en la salud mental de los fanáticos
Mientras que las victorias producen un aumento en la autoestima y la sensación de bienestar, una derrota puede tener el efecto contrario, provocando una caída emocional considerable, según explica Brandon Mastromartino, psicólogo experto en el comportamiento de los fanáticos deportivos en la Universidad Estatal de San Diego.
El estrés generado por una derrota puede ser tan fuerte como el de otros factores de la vida cotidiana, y aquellos que sufren profundamente por un gol en contra, un penal fallido o las bromas de amigos y compañeros de trabajo pueden experimentar sentimientos de ansiedad y desánimo.
Estos efectos pueden durar varias horas después del partido, lo que hace más difícil sobrellevar el golpe emocional. Para reducir el impacto de la derrota, Mastromartino aconseja alejarse de los factores de estrés adicionales, como el consumo excesivo de alcohol, el tiempo en redes sociales y las apuestas.
Compartir la experiencia con otros fanáticos puede ayudar a procesar el sufrimiento de manera colectiva y, de alguna manera, aliviar la carga emocional. Ver el partido en grupo o participar en discusiones post-partido puede permitir a los aficionados sentirse apoyados y menos aislados en su dolor.
¿Una derrota se siente con mayor intensidad que una victoria?
Un estudio realizado por la Universidad de Sussex (Reino Unido) reveló que, en promedio, una derrota de nuestro equipo favorito puede hacernos el doble de tristes que lo que una victoria nos alegra.
Analizando cerca de tres millones de respuestas de 32,000 personas, los investigadores encontraron que la derrota dejaba a los aficionados un 7,8% más tristes una hora después del final, mientras que una victoria solo producía un aumento del 3,2% en la felicidad durante el mismo período de tiempo.
El comportamiento de los fanáticos frente a una derrota tiene su explicación en la biología humana. Víctor Manuel Rodríguez Molina, profesor del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM, explica que la reacción emocional frente a una victoria o derrota activa el circuito de recompensa en el cerebro, que se ve alterado dependiendo del resultado del juego.
Las emociones extremas provocadas por un partido son, en muchos casos, el resultado de la liberación de sustancias químicas como las endorfinas, que generan sensaciones de placer.
Sin embargo, cuando estas sustancias se ven alteradas por un mal resultado, el bienestar experimentado en el caso de una victoria desaparece abruptamente. El cerebro, entonces, pasa a un estado primitivo, dominado por la amígdala, que genera emociones intensas como el enojo y la frustración.