La masonería y la Corona Británica: estos son los monarcas masones al frente de las logias y los ritos
La masonería es una institución que se define como filosófica, filantrópica y progresista. En la cuna de la realeza, el Reino Unido, nació la Gran Logia de Londres y Westminster en 1717. ¿Y la realeza cuándo entra?
La masonería es una de las instituciones civiles de mayor misterio en el mundo. Aunque en la actualidad se muestran más abiertas a que el mundo las conozca y a que la sociedad perciba a los masones como personas comunes que buscan el bien común y la superación personal, sus ritos, logias y miembros de la élite siguen despertando curiosidad.
Sí, es verdad, los masones, en sus diferentes logias y con sus diversos ritos, coinciden en que, para ingresar a sus filas, no es necesario ser poseedor de grandes fortunas. De hecho, se puede no tener dinero, ya que lo que buscan en sus miembros masones, son valores como fraternidad, libertad, justicia, trabajo y el conocimiento como base de la ciencia.
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¿Cómo se conecta la masonería con la realeza y sus monarcas varones?
El documento Freemasonry and the Royal Family, producido y publicado por The Square Magazine, revela la conexión intrínseca entre la masonería y la realeza, más exactamente con la Corona Británica.
"La relación entre la masonería y la Familia Real es tan compleja como duradera, una fusión de tradición, poder y misterio que continúa cautivando la imaginación del público", indica la publicación.
Los primeros miembros de la realeza que se vieron seducidos por la masonería lo hicieron atraídos por principios compartidos que los unían. Fue como si dos caminos se encontraran en una intersección y eligieran avanzar juntos, tal como dos desconocidos que descubren afinidades en un parque y se quedan charlando durante horas.
Esta atracción mutua entre la masonería y la realeza británica, según la fuente, se fundamentó en principios de hermandad, moralidad, filosofía y conocimiento. "La masonería buscaba atraer a individuos de alto nivel social, y sus principios fueron adaptados para captar la atención de la nobleza", explica Freemasonry and the Royal Family.
En la actualidad, esta unión podría llamarse un "gana-gana", ya que el patrocinio de la monarquía británica a la masonería es un símbolo de prestigio, poder, legitimación y liderazgo.
Tener a un miembro de la realeza en una logia masónica es como si, en el club al que asistes, también estuviera el príncipe William, o si en tu clase de pilates coincidieras con Kate Middleton, otorgando automáticamente prestigio y aval a ese lugar.
Los miembros de la Corona Británica que fueron masones
La primera logia masónica, tal como la conocemos hoy, se originó en 1717, un 24 de junio, cuando cuatro logias se unieron en el bar Goose and Gridiron para formar la Gran Logia de Londres y Westminster.
El primer monarca en integrar una logia masónica fue Federico, Príncipe de Gales, cuyo ritual de iniciación se realizó en 1737. Desde entonces, estos rituales se mantienen vigentes.
Otro destacado fue el rey Eduardo VII, quien fue iniciado en 1868. Su compromiso con la logia fue tal que llegó a ocupar el máximo cargo, convirtiéndose en Gran Maestro de la Gran Logia de Inglaterra.
Según Freemasonry and the Royal Family, los reyes Jorge IV y Jorge III también fueron miembros de las logias masónicas en Inglaterra.
¿Quiénes son estos monarcas en el árbol genealógico de la Corona Británica?
Eduardo VII es el bisabuelo de la reina Isabel II. A su vez, su hijo, el rey Jorge V, fue el abuelo de la monarca. El hijo del rey Jorge VI, padre de Isabel II, es el actual rey Carlos III, abuelo de los príncipes William y Harry.
"El duque de Sussex, quien sirvió como Gran Maestro a principios del siglo XIX, junto con su hermano, el duque de Kent, jugó un papel crucial en la unificación de facciones masónicas rivales en la Gran Logia Unida de Inglaterra, un momento clave en la historia de la masonería británica", destaca la fuente.
Con la globalización y la mediatización de los personajes más influyentes, como los miembros de la realeza, los conocedores del tema masónico están atentos a señales, simbolismos y ademanes que puedan vincular a los actuales integrantes de la Corona Británica con la masonería.
Las conexiones, sean secretas o no, entre la Corona Británica y la masonería siguen vigentes y fortalecidas. Ambas instituciones comparten hoy un desafío común: deshacerse de una imagen de exclusividad y mostrarse más cercanas a la sociedad, atendiendo a las necesidades del mundo moderno.