¿Cuánto pesa el alma? La historia detrás del experimento de Duncan MacDougall
Lo que la mitología griega narra en sus historias de dioses y diosas, un médico de Haverhill le dio relevancia científica. El alma tiene peso. Así lo descubrió.
El alma ha sido un tema de debate en diversas culturas y costumbres, provocando interpretaciones que despiertan la curiosidad de pensadores y estudiosos de todos los tiempos.
La naturaleza intangible del alma ha llevado a cientos de preguntas, y una de las más intrigantes es si tiene un peso o manifestación física. A esta cuestión, Duncan MacDougall se aventuró para darle respuesta, una alejada de la mitología griega.
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Duncan MacDougall, el médico que descubrió el peso del alma
A finales del siglo XIX y principios del XX, el médico escocés Duncan MacDougall, influenciado por una antigua báscula de 1830, decidió llevar su práctica en el hospital de cuidados paliativos de Haverhill a otro nivel.
Inspirado en antiguas mitologías griegas, en las que el alma debía enfrentar el juicio final en la barca de Caronte con dos monedas en los ojos, MacDougall se propuso medir "el peso del alma".
Para los griegos, un alma pura y buena debía pesar lo mismo que la pluma de Maat, diosa de la verdad y la justicia. Sin embargo, MacDougall dejó a un lado la mitología y optó por un método científico para responder a la pregunta: ¿cuánto pesa el alma?
El peso inesperado del alma
MacDougall se cuestionó si, al "dejar el cuerpo," el alma podría manifestarse de alguna forma física.
Su investigación, que incluyó a otros cuatro médicos, involucró colocar a pacientes en sus últimos días sobre una cama diseñada con una balanza especial.
El equipo controló factores como la pérdida de fluidos, sudor, gases, oxígeno y hasta el propio nitrógeno, con el objetivo de medir cualquier cambio de peso en el momento de la muerte. Según su experimento, el cuerpo perdía alrededor de 21 gramos en el instante de la expiración, lo que él atribuyó al "peso del alma".
La creencia de MacDougall en la existencia del alma
MacDougall, convencido de la existencia del alma, intentó replicar su experimento con perros, pero no encontró variación en el peso de estos animales al morir.
Esto le llevó a teorizar que el alma es una característica exclusiva de los seres humanos. Aun así, él mismo catalogó sus hallazgos como "preliminares" y reconoció que el enigma seguía abierto para futuras investigaciones.
La visión del alma en Sócrates, la metafísica y la Biblia
Para Sócrates, el alma es el verdadero "YO," inmortal y racional, lo que distingue al ser humano de lo material, es donde yacen los pensamientos y la inteligencia del ser humano.
En la metafísica, el alma representa la esencia de la vida y la conciencia, una fuerza que trasciende el mundo físico. La Biblia, por su parte, considera al alma como el principio vital que conecta al ser humano con Dios, siendo la base de su espiritualidad y vida eterna.
Estas perspectivas reflejan cómo el alma ha sido concebida, no solo como un misterio espiritual, sino también como un símbolo de lo que somos y de lo que buscamos entender más allá de lo visible.
