Cómo lograr la felicidad según las enseñanzas de la filosofía azteca | ¿Hasta qué punto aguantarías?
Los aztecas sabían muy bien cómo llevar la vida para tener felicidad plena, sin estrés y preocupaciones.
La filosofía azteca ofrece una visión profunda sobre la felicidad que contrasta con las nociones occidentales tradicionales.
Para los aztecas, la vida estaba marcada por la impermanencia, simbolizada por la "tierra resbaladiza", un concepto que alude a la inevitabilidad del error y el sufrimiento.
La felicidad para los aztecas: "Una vida digna"
En lugar de concebir la felicidad como un estado de placer o satisfacción constante, como en la filosofía griega, los aztecas proponían que la vida digna de ser vivida implicaba un equilibrio entre la adversidad y el esfuerzo consciente por encontrar arraigo en la realidad.
Según un informe de la BBC, la idea de "neltiliztli", o la vida arraigada, era central para los aztecas.
Para esta filosofía, la felicidad no radicaba en evitar el dolor o en perseguir el placer, sino en encontrar un propósito más profundo, anclado a cuatro niveles de la existencia.
Los niveles para alcanzar la felicidad según los aztecas
El primer nivel comienza con el cuidado del cuerpo, lo cual demuestra una conciencia integral del ser que se anticipa a prácticas como el yoga.
Este enfoque en la corporalidad refuerza la idea de que la vida terrenal es inevitablemente vulnerable y limitada, por lo que debe ser cuidada con disciplina.
El segundo nivel trata sobre la conexión con la psiquis, que abarca tanto la mente como las emociones. Los aztecas comprendían que una vida rica requería el control y la armonización de los sentimientos, una enseñanza que resuena en las filosofías modernas de bienestar emocional, filosofía que ya Zenón de Citio 300 años a.C.comenzó hablar y que dio el origen a la filosofía estoica.
El tercer nivel, la comunidad, es quizás uno de los más valiosos aportes de la filosofía azteca. A diferencia de la visión individualista de las virtudes aristotélicas, los aztecas veían la felicidad como imposible sin una red de apoyo social.
Esta mirada social desde lo filósifico tambien fue por los estoicos como Séneca, Epicteto y Marco Aurelio.
Los lazos familiares y comunitarios eran esenciales para levantarse tras las caídas inevitables en la tierra resbaladiza.
Finalmente, el cuarto nivel consiste en el arraigo con teotl, la deidad que representaba la naturaleza misma. Los aztecas veían la vida y el universo intrínsecamente conectados a la naturaleza, y solo mediante la alineación con esta fuerza mayor se alcanzaba una vida completa.
Los aztecas no concebían la felicidad como un fin en sí mismo, sino como el subproducto de una vida bien vivida, arraigada en el cuerpo, la mente, la comunidad y la naturaleza.
Aprender de esta filosofía nos enseña que la felicidad, más que un objetivo fugaz, es una consecuencia de encontrar significado y estabilidad en un mundo en constante cambio.
La filosfía azteca y la folosofía estoica: miradas alineadas
La filosofía azteca y el estoicismo comparten una visión de la vida centrada en aceptar la adversidad como parte inevitable de la existencia.
Los estoicos, como Epicteto y Marco Aurelio, enseñaban que la virtud radica en la aceptación serena de lo que no podemos controlar, buscando arraigo en la razón y el deber. ¿Hasta dónde estás dipuesto a aguantar?
De manera similar, los aztecas entendían la vida como "resbaladiza" y llena de sufrimiento, pero el valor estaba en enfrentarla con dignidad. Ambos sistemas filosóficos subrayan que la felicidad no es un placer constante, sino el resultado de vivir con propósito y resistencia ante la adversidad.