Un informe encontró "problemas y riesgos serios" con el desarrollo de las vacunas para la Covid-19
La Corte Suprema de Florida no encontró ninguna prueba de actividad delictiva pero aclararon que esto no significa que no hayan encontrado otros problemas.
Pasados ya 5 años de la pandemia de Covid-19, todavía existen posiciones encontradas y diversas investigaciones siguen saliendo a la luz. La Corte Suprema de Florida, Estados Unidos, a través de un gran jurado estatal, acaba de liberar un informe donde se trabajó sobre presuntas irregularidades en torno a las vacunas contra el COVID-19.
La solicitud de investigación fue realizado hace 2 años, por pedido del gobernador de Florida (Estados Unidos), Ron DeSantis.
El pedido de investigación tenía como objetivo a "todas y cada una de las irregularidades" respecto al desarrollo de las vacunas para COVID-19, y si bien el magistrado no encontró ninguna prueba de actividad delictiva, aclararon que "el hecho de no encontrar ninguna actividad delictiva procesable no significa que no hayamos encontrado ningún problema. Por el contrario, existen problemas profundos y graves en el proceso de desarrollo y vigilancia de la seguridad de las vacunas en Estados Unidos", afirmó el gran jurado en su informe final.
Hacia el final del informe, los expertos emitieron recomendaciones políticas como por ejemplo aumentar la transparencia en torno a los ensayos clínicos y prohibir la publicidad de ciertos medicamentos farmacéuticos.
El informe que explica los problemas con las vacunas de Covid-19
El principal objetivo de la investigación fue evaluar el papel de las agencias regulatorias en el proceso de aprobación de las vacunas y en identificar posibles fallos en la vigilancia postcomercialización y en la comunicación de riesgos al público.
Específicamente, el informe habla sobre las vacunas con tecnología ARNm (Pfizer y Moderna) y en cómo fueron desarrolladas y aprobadas en un tiempo récord. Esto sucedió en el marco de la operación "Warp Speed" que, si bien ganó en velocidad de desarrollo, permitió que se omitieran o acortaran ciertos pasos habituales en el proceso de aprobación de medicamentos, tales como los ensayos clínicos de larga duración con seguimientos o y las normativas y autorizaciones de uso de emergencia (llamadas EUA).
El informe se centra, primordialmente, en irregularidades relacionadas a cuestiones burocráticas y no en la eficacia de las vacunas como una tecnología eficaz
De acuerdo a la Corte Suprema del estado norteamericano, estas prácticas fueron legales y justificadas en el marco de una pandemia global, pero también concluyen que comprometieron la calidad de los datos obtenidos y limitaron la capacidad de evaluar completamente la seguridad y eficacia de las vacunas.
Efectos secundarios de las vacunas: ¿Qué dijo la Corte Suprema en su informe?
El gran jurado también fue crítico de los procesos de postcomercialización en relación a los posibles efectos adversos a largo plazo. Hizo hincapié en que se sufrieron demoras significativas y una supuesta "falta de comunicación clara" respecto a cuestiones como la incidencia de la vacuna en la miocarditis y pericarditis.
También se mencionaron otras cuestiones metodológicas de menor relevancia, como la falta de análisis sobre poblaciones específicas como mujeres embarazadas y personas con condiciones preexistentes.
Para los magistrados, la responsabilidad era de entidades como el Vaccine Adverse Event Reporting System (VAERS) y el Vaccine Safety Datalink (VSD), las cuales tuvieron demoras en su accionar.
El rol de las empresas en el desarrollo de los estudios
El Gran Jurado llamó la atención sobre posibles conflictos de interés y manipulación de información por parte de los fabricantes y las agencias regulatorias. Se menciona, por ejemplo, que representantes de la industria farmacológica participaron en en comités regulatorios que tuvieron como objetivo revisar y aprobar el desarrollo de las vacunas.
Las conclusiones del informe
Los especialistas legales que trabajaron en el informe hicieron recomendaciones políticas como el aumento de la transparencia en torno a los ensayos clínicos y la prohibición de la publicidad de ciertos medicamentos farmacéuticos.
Por su lado, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades sostienen que las vacunas COVID-19 se sometieron a intensos análisis de seguridad y que las inyecciones siguen siendo controladas después de la aprobación de la FDA para garantizar que siguen cumpliendo las normas federales de seguridad y eficacia.
El informe se centra, primordialmente, en irregularidades relacionadas a cuestiones burocráticas y no en la eficacia de las vacunas como una tecnología eficaz para prevenir el Sars-Cov-2 (el virus responsable de la aparición de la Covid-19). Las vacunas en general, y está en particular, son útiles en la prevención de enfermedades graves, hospitalización y muerte, y han demostrado ser muy seguras, con sólo raros efectos secundarios graves, según funcionarios federales y expertos en salud pública.