Quién será el sucesor del papa Francisco | Estos son los candidatos que podrían participar en el cónclave y convertirse en el nuevo soberano del Vaticano
Aunque su situación no empeoró, se especula sobre el futuro sucesor, y el proceso de elección se llevará a cabo mediante el cónclave, donde los cardenales votarán para elegir un nuevo pontífice.
El papa Francisco se encuentra hospitalizado en Roma desde el viernes debido a un "cuadro clínico complejo", según informó el Vaticano, sugiriendo que su internación podría extenderse.
El último boletín médico indicó que los exámenes realizados en los últimos días revelaron una infección polimicrobiana en las vías respiratorias, lo que obligo ajustar aún más su tratamiento.
El portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, aclaró que esto no constituye un "agravamiento" de la salud del pontífice. Sin embargo, la situación generó preocupación entre los fieles, quienes se preguntan quién sería su sucesor en caso de fallecimiento o renuncia.
Así funciona el cónclave: el procedimiento a través del cual se elige un nuevo papa
El proceso utilizado por la Iglesia Católica para elegir a su líder permaneció prácticamente inalterado durante más de 800 años.
Este sistema, conocido como "cónclave papal", será empleado nuevamente cuando llegue el momento de elegir a un nuevo pontífice. A pesar de que se considera un proceso democrático, el énfasis está en realizar múltiples rondas de votación para lograr un consenso claro entre los cardenales.
Según las normas vigentes, solo los cardenales menores de 80 años pueden participar en la votación. Los requisitos oficiales para ser pontífice son ser hombre y católico, aunque en la práctica, la elección siempre recayó sobre los cardenales.
No existe un límite de edad para ser elegido, pero el papa Francisco tenía 76 años cuando asumió el cargo, y actualmente tiene 88. Por su parte, Benedicto XVI tenía 78 años cuando fue elegido, y renunció ocho años después a los 85 años.
El proceso comienza con una misa matutina especial, tras la cual los 120 cardenales habilitados se congregan en la Capilla Sixtina, lugar donde se llevan a cabo los cónclaves papales desde 1858.
Una vez dentro, los cardenales pronuncian la palabra "extra omnes", indicando que todos los demás deben abandonar la sala, y se encierran para llevar a cabo la elección.
El resultado de la primera votación no siempre se obtiene de inmediato. A lo largo de varias rondas, los cardenales van descartando candidatos, combinando discursos, oraciones, reflexiones y negociaciones políticas.
Para que un papa sea elegido, debe obtener una mayoría de dos tercios. Si esto no ocurre rápidamente, las rondas de votación continúan hasta que un solo candidato logre el mínimo necesario.
El cónclave más largo en la historia, que tuvo lugar a finales del siglo XIII, duró casi tres años debido a intensas luchas políticas internas, y durante este proceso, tres cardenales votantes fallecieron.
Las votaciones son secretas, un sistema instaurado por el Papa Gregorio XV en 1621 para evitar manipulaciones abiertas. Cada cardenal escribe el nombre de su candidato de manera que no sea posible identificarlo.
Una vez que se elige un nuevo papa, las papeletas se queman, y el humo que se genera indica si la elección ya se realizó. El humo negro señala que aún no se llegó a un consenso.
Cuando finalmente un candidato recibe los votos necesarios, el cardenal decano lo invita a aceptar el cargo. Si el candidato acepta, elige su nuevo nombre papal, aunque por tradición, ningún papa adoptó el nombre de Pedro, debido a una antigua profecía que sugiere que el papa Pedro sería el precursor del fin del mundo.
Tras ser elegido, el nuevo papa se dirige a la "Sala de las Lágrimas" para vestirse con su nueva túnica blanca y zapatillas rojas. Finalmente, es presentado a la multitud reunida en el Vaticano desde el balcón de la Basílica de San Pedro, con las solemnes palabras: "Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus papam!".
Quiénes son los favoritos para tomar el puesto del papa Francisco
Hace poco, se difundió una lista de posibles sucesores del papa Francisco, analizando su orientación hacia la Iglesia Católica progresista o conservadora, la cual fue representada por Benedicto XVI en su momento. A continuación, te presentamos algunos de los candidatos más relevantes:
- Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años) Es un arzobispo destacado dentro del sector progresista de la Iglesia Católica. Fue arzobispo de Manila y en 2019, el Papa Francisco lo nombró prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Su enfoque pastoral se basa en la misericordia, la inclusión y la justicia social.
- Matteo Zuppi (Italia, 69 años) Es arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana. Es considerado un cardenal progresista, cercano a la Comunidad de Sant'Egidio, conocida por su labor en la mediación de conflictos y su compromiso con los más pobres.
- Pietro Parolin (Italia, 70 años) El secretario de Estado del Vaticano es una figura influyente dentro de la Curia. Aunque se le reconoce por su diplomacia y pragmatismo, su posición lo coloca entre los moderados.
- Willem Eijk (Países Bajos, 71 años) Es arzobispo de Utrecht y un teólogo tradicionalista. Se mostró contrario a las reformas del papa Francisco en cuestiones de moral sexual y la comunión para los divorciados vueltos a casar, alineándose más con la visión conservadora de Benedicto XVI.
- Raymond Leo Burke (EE. UU., 76 años) Es uno de los cardenales más críticos hacia el papa Francisco. En su anterior rol como prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, se opuso a varias reformas. Su postura ultraconservadora lo vincula fuertemente con las ideas de Benedicto XVI.
De acuerdo con expertos, el próximo papa podría estar más cercano a la línea progresista de Francisco, dado que un porcentaje significativo de los cardenales se identifica con esa orientación.