Pitágoras se equivocaba: estudio científico refuta una de sus teorías más conocidas
Un grupo de investigadores propuso que la armonía musical no solo se puede entender como un fenómeno matemático, sino también como una experiencia subjetiva.
Pitágoras, filósofo y matemático griego del siglo VI a.C., exploró la estrecha relación entre las matemáticas y la música, considerando la armonía como un principio fundamental.
Desde su perspectiva, esta armonía musical se fundamenta en relaciones matemáticas simples, como las proporciones 1:2 o 2:3, que se encuentran en las longitudes de cuerdas vibrantes que generan notas melodiosas.
No obstante, según un estudio científico reciente, esta idea podría no ser del todo precisa. Un equipo de investigadores internacionales encontró evidencia de que el tono y la afinación de los instrumentos pueden influir intencionalmente en nuestra percepción auditiva.
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Científicos desafían la teoría de Pitágoras sobre las armonías musicales
Científicos de la Universidad de Cambridge, Princeton y el Instituto Max Planck de Estética Empírica identificaron dos errores claves en la teoría de la armonía musical propuesta por Pitágoras.
La investigación, divulgada en Nature Communications, se evidencia que, en situaciones habituales de audición, no manifestamos una preferencia por acordes que se ajusten a estas proporciones matemáticas.
"Preferimos ligeras desviaciones. Nos gusta un poco de imperfección porque da vida a los sonidos y eso nos resulta atractivo", explicó el coautor del estudio, Peter Harrison, doctor en la Facultad de Música de la Universidad de Cambridge.
Instrumentos "inarmónicos" desafían la teoría pitagórica de la música
Asimismo, los expertos descubrieron que el impacto generado por estas conexiones matemáticas disminuye cuando se consideran instrumentos musicales menos conocidos.
"Cuando empleamos instrumentos como el bonang, los números especiales de Pitágoras desaparecen y descubrimos patrones de consonancia y disonancia completamente nuevos", señaló Harrison.
En esta línea, destacó: "Hasta ahora, la investigación occidental se ha centrado principalmente en instrumentos orquestales familiares, pero otras culturas musicales emplean instrumentos que, debido a su forma y física, podríamos llamar inarmónicos".
El experimento que demuestra que la armonía no debe ser matemáticamente perfecta
Los investigadores establecieron un laboratorio en línea en el cual más de 4000 personas participaron en 23 experimentos conductuales. Durante estos experimentos, a los participantes se les presentaron acordes y se les invitó a asignar a cada uno una calificación numérica.
Estas pruebas abordaron los acordes musicales desde diversas perspectivas. Algunos se enfocaron en intervalos musicales específicos, solicitando a los participantes que evaluaran su afinación, agudeza o sutileza. De esta manera, se reveló una preferencia por una ligera imperfección o inarmonicidad.
"Nuestros hallazgos desafían la idea tradicional de que la armonía debe ser unidireccional, que los acordes deben reflejar estas relaciones matemáticas. Demostramos que existen muchos más tipos de armonía y que hay buenas razones por las cuales otras culturas las desarrollan", concluyó Harrison.