Hallan extrañas estructuras en forma de X en la ionosfera terrestre que desconciertan a los científicos
A pesar de haber sido observadas previamente, lo que ha desconcertado a los expertos es que hayan aparecido durante un período de calma solar y que estén tan cerca entre sí.
La misión Observaciones a Escala Global de la Extremidad y el Disco (GOLD, por sus siglas en inglés) de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA,por sus siglas en inglés) capturó burbujas de plasma en forma de X y C en la ionosfera terrestre.
Aunque estas estructuras se han observado anteriormente, su aparición durante un período de calma solar y su proximidad entre sí representan un descubrimiento inesperado para los científicos.
¿Qué es la ionosfera?
La ionosfera es una capa de la atmósfera terrestre que se extiende aproximadamente desde los 80 kilómetros hasta los 400 o 500 kilómetros de altura.
Esta región se distingue por la alta concentración de átomos y moléculas cargados eléctricamente, resultado directo de la radiación solar que ioniza los gases atmosféricos al separar sus electrones.
Este fenómeno desempeña un papel crucial en varios aspectos.
En primer lugar, actúa como reflector de ondas de radio, facilitando las comunicaciones a larga distancia mediante el rebote de las ondas ionosféricas hacia nuestro planeta.
Además, la interacción de partículas cargadas del Sol con la ionosfera genera las auroras boreales, un espectáculo natural de luces en el cielo.
Por último, la ionosfera proporciona protección contra la radiación, absorbiendo y filtrando una parte de la radiación ultravioleta y los rayos X solare.
La misión GOLD de la NASA revela extrañas burbujas de plasma en forma de X y C en la ionosfera
Entender el funcionamiento de la ionosfera es crucial para el desarrollo de tecnologías de radiocomunicación. Por esta razón, la Administración de Aeronáutica y el Espacio (NASA) aprobó la misión Global-scale Observations of the Limb and Disk (GOLD).
Lanzado a la órbita geosíncrona mediante un cohete Ariane 5 en 2018, el espectrógrafo de imágenes de dos canales de ultravioleta lejano fue transportado como carga secundaria en el satélite comercial SES-14, operado por SES, una empresa de redes de telecomunicaciones por satélite.
Su objetivo era proporcionar imágenes de la atmósfera superior, centrándose específicamente en el clima de la termosfera-ionosfera.
En un reciente artículo publicado en el Journal of Geophysical Research: Space Physics, los científicos detallan cómo este satélite reveló un comportamiento sorprendente de burbujas de plasma con formas X y C.
"Fusiones previas solo se habían observado durante condiciones geomagnéticamente perturbadas", mencionó Fazlul Laskar de la Universidad de Colorado, autor principal del estudio, en un comunicado de prensa. "Este hallazgo representa una característica inusual durante condiciones de calma geomagnética".
Nuevas pistas sobre el comportamiento ionosférico
Estas estructuras no habían sido detectadas antes durante períodos de calma geomagnética, sugiriendo que factores locales podrían estar influyendo en su formación.
Anteriormente, se creía que la aparición de estas estructuras estaba vinculada a eventos de alta energía como tormentas solares o erupciones volcánicas. Sin embargo, los nuevos datos indican que también pueden formarse en momentos de relativa tranquilidad, proporcionando nuevas pistas sobre el comportamiento de la ionosfera.
Las estructuras en forma de C y C invertida se encuentran cerca del ecuador magnético de la Tierra, donde las partículas cargadas siguen las líneas del campo magnético. Estas bandas densas, conocidas como crestas, generalmente son rectas, pero en ocasiones se curvan debido a los vientos atmosféricos.
La forma de X, menos frecuente, se genera cuando el plasma es arrastrado hacia abajo por la atmósfera inferior.
"La X es extraña porque implica que hay factores impulsores mucho más localizados", explicó Jeffrey Klenzing de la NASA en un comunicado de prensa. "Esto se espera durante los eventos extremos, pero verlo durante el 'tiempo de calma' sugiere que la actividad de la atmósfera inferior está impulsando significativamente la estructura ionosférica".
El espectrógrafo de imágenes también detectó otro fenómeno sorprendente: dos estructuras, una con forma de C y otra invertida, separadas por menos de 640 kilómetros.
Los científicos nunca habían considerado que estas formaciones pudieran estar tan cercanas, y creen que su origen se debe a una turbulencia extrema.