El truco mental que Albert Einstein utilizó toda su vida y hoy es uno de los mayores secretos para tener éxito siempre
Se trata de un valioso consejo que forma parte de su legado y fue una de las mayores claves del éxito del físico alemán.
Albert Einstein fue mucho más que un científico brillante, pues su sabiduría se extendió a diversos campos que han trascendido la ciencia y que lo han consagrado al día de hoy como un gran referente, icónico por su positivismo y actitud frente a la vida.
En ese sentido, existe un "truco mental" que el físico utilizó siempre para cumplir sus objetivos y actualmente es comprendido como uno de los mayores secretos de su éxito. Aquí te contamos de qué se trata.
El "truco mental" de Albert Einstein que es uno de los mayores secretos de su éxito
Albert Einstein no sólo fue responsable de increíbles descubrimientos científicos que facilitaron la comprensión del mundo como lo conocemos, sino que además es responsable de un enorme legado de valores y consejos que aún forman parte de la memoria colectiva.
Así, si bien su lista de frases icónicas es extensa, uno de sus mayores postulados sostenía que "la mente es como un paracaídas... sólo funciona si la tenemos abierta".
Esta manera de afrontar la vida fue sin ninguna duda uno de los pilares detrás del éxito del científico, que en más de una oportunidad resaltó la importancia de la imaginación sobre el conocimiento. Así, esta flexibilidad le permitió buscar nuevas perspectivas para cada ámbito de su vida, un aspecto crucial para sobrellevar dificultades y sobreponerse a los malos resultados, pues Einstein también decía que "no podemos resolver un problema razonando de la misma manera en la que lo hicimos para crearlo".
Otro consejo de Albert Einstein para alcanzar el éxito en la vida
De esta misma manera, Einstein entendía que además de mantener una actitud perseverante, la humildad es un aspecto indispensable para disfrutar de una vida feliz.
Este consejo quedó plasmado en un regalo que otorgo a modo de propina a un repartidor durante una estadía en Tokio, que se subastaría años más tarde por 1,5 millones de dólares.
Así, el papel llevó la siguiente inscripción: "una vida humilde y tranquila trae más felicidad que la persecución del éxito y la constante inquietud que implica", brindando una valiosa lección que quedó inmortalizada en el tiempo.