El celular desaparece de las aulas: será prohibido en todas las escuelas del país para estudiantes de primaria y secundaria
La propuesta subraya que los celulares son una fuente constante de distracción, impidiendo que los estudiantes se concentren en las lecciones.
La educación en México está a punto de experimentar un cambio importante. La diputada María Isidra De la Luz Rivas presentó una iniciativa que promete transformar la dinámica de las aulas: prohibir completamente el uso de celulares en escuelas primarias y secundarias de todo el país.
La propuesta, enviada a la Comisión de Educación, busca modificar los artículos 42 y 84 de la Ley General de Educación con un objetivo claro y contundente: devolver la atención y las interacciones sociales hacia el proceso de aprendizaje.
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Un problema global con consecuencias locales
Los argumentos de la diputada están respaldados por una serie de recomendaciones internacionales que señalan los riesgos del uso excesivo de dispositivos electrónicos.
La Unesco fue clara: los teléfonos móviles en las aulas no solo distraen, sino que pueden desconcentrar completamente a los estudiantes.
Investigaciones revelan que después de revisar redes sociales o mensajes, los estudiantes pueden tardar hasta 20 minutos en retomar su concentración.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) va más allá y establece guías estrictas sobre el uso de pantallas según la edad.
Para menores de dos años, la recomendación es no usar dispositivos electrónicos en absoluto. Los niños entre 2 y 5 años deberían limitarse a una hora diaria, mientras que los de 5 a 17 años no deberían exceder las dos horas de uso.
El riesgo del uso de celulares para el desarrollo infantil
La iniciativa destaca múltiples problemas asociados con el uso excesivo de tecnología.
Las redes sociales como Facebook, Instagram, TikTok y YouTube no solo representan una distracción, sino también un riesgo para la privacidad de los menores.
Los estudiantes pierden horas navegando sin límites claros, exponiendo información personal y reduciendo sus capacidades de interacción social directa.
Además, según los especialistas citados en la propuesta, el uso desmedido de dispositivos electrónicos puede provocar problemas de conducta, trastornos del sueño, depresión infantil, ansiedad y dificultades de aprendizaje.
Quizás más preocupante aún es el potencial impacto negativo en el desarrollo cerebral de los niños y adolescentes.
Un movimiento global
La propuesta de México no es un caso aislado. El documento señala que 7v, entre ellos potencias educativas como España, Francia, China y Estados Unidos, ya implementaron prohibiciones relacionadas con el uso de celulares en las escuelas.
La tendencia global parece apuntar hacia la necesidad de proteger el espacio educativo de las constantes interrupciones tecnológicas.
Una característica importante de la iniciativa es su flexibilidad: la prohibición no aplicará a la educación especial. En estas modalidades, donde los estudiantes tienen necesidades específicas, los dispositivos pueden ser herramientas valiosas de comunicación.