Crisis económica en el Vaticano: el plan del papa Francisco para conseguir dinero sea como sea que enojo a todas las iglesias
El papa Francisco lanzó un plan para mejorar la economía del Vaticano que enojo a todos los líderes religiosos.
La semana pasada el papa Francisco escribió a los miembros del colegio cardenalicio para que apoyen las reformas de la Curia Romana y, en particular, que hagan énfasis en reducir el déficit que arrastra la Santa Sede.
Desde el Vaticano, el papa Francisco explica que en estos años se ha podido tener "una mayor conciencia" de que los recursos económicos al servicio de la Iglesia católica "son limitados y deben gestionarse con rigor y seriedad para que no se desperdicien los esfuerzos de quienes han contribuido al patrimonio de la Santa Sede". En relación a esto, el papa Francisco lanzó un pedido especial para que la Iglesia pueda recaudar más dinero.
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El plan del papa Francisco para resolver la deuda del Vaticano
Actualmente, el déficit operativo de la Santa Sede fue de 83 millones de euros, lo que representa cinco millones más que el año anterior. Para peor, se espera que este número aumente en los próximos años, ya que las donaciones de los fieles a medio plazo están disminuyendo.
El Papa Francisco avisó a los cardenales que existe un plan de retomar la reforma financiera de la Santa Sede y les pidió mostrar austeridad dando el ejemplo. "Nos enfrentamos a decisiones estratégicas que debemos tomar con gran responsabilidad, porque estamos llamados a asegurar el futuro de la misión", afirmo Francisco. Puede entenderse este pedido del Papa como esfuerzo para evitar recortes o como una amenaza de que pronto llegarían medidas más duras para sanear las cuentas.
Entre los cambios que planea el Vaticano, aparecen medidas que provocaron el enojo de algunos de los líderes religiosos. Por caso, el aumento de los alquileres a eclesiásticos, o el traslado de departamentos a edificios no alquilables, para ofrecer esos espacios a embajadas o instituciones religiosas que paguen un alquiler.
Los planes del papa Francisco y el Vaticano incluyen: buscar financiación externa, recortes y solidaridad con los organismos deficitarios. El Vaticano solicita a "cada institución (de la Santa Sede) un esfuerzo para encontrar recursos externos para su misión", es decir que tendrán que tener financiación propia más allá de lo que pueda enviar el organismo central.
También pidió "optimizar" las gastos referidos a la difusión de la religión y no gastar el dinero en proyectos innecesarios.