Científicos descubren que la conciencia no tiene límites: ¿estamos conectados con plantas, animales y hasta extraterrestres?
El panpsiquismo sugiere que la conciencia podría ser una propiedad fundamental de la materia en el universo.
Desde las primeras civilizaciones que veneraban los astros, pasando por las mitologías que llenaban el cielo de dioses y criaturas fantásticas, hasta las teorías contemporáneas que exploran la vida en exoplanetas, la idea de encontrar existencia más allá de nuestro planeta ha sido un hilo conductor en la historia de la humanidad.
El posible contacto con seres extraterrestres plantea una cuestión fundamental: ¿cómo estableceríamos comunicación?
Esta cuestión nos lleva a reflexionar sobre la naturaleza de la conciencia y cómo esta podría manifestarse de formas completamente ajenas a nuestras experiencias. En este contexto, el panpsiquismo podría ser una respuesta.
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El vacío sobre la conciencia que aún no tiene respuesta
En el debate sobre el origen de la conciencia, se destacan dos posturas principales: el materialismo y el dualismo.
El materialismo sostiene que la conciencia surge de los procesos complejos que tienen lugar en el cerebro, de modo que tanto la mente como la conciencia se consideran manifestaciones de la actividad neuronal.
Sin embargo, el materialismo enfrenta el desafío de explicar cómo la materia inerte puede dar lugar a experiencias subjetivas, como el dolor o el amor.
Por otro lado, el dualismo sostiene que la conciencia y la materia son entidades separadas. Según esta perspectiva, la mente es una entidad no física que interactúa con el cuerpo físico.
No obstante, esto plantea el problema de cómo una entidad no física puede influir en una entidad física, lo que parece contradecir los principios fundamentales de la física.
El panpsiquismo como respuesta
El panpsiquismo sugiere que la conciencia no es exclusiva de los seres humanos, sino que podría ser una propiedad fundamental de la materia en el universo.
Según esta teoría, podría estar presente en todos los niveles de la realidad, desde los átomos hasta las estructuras más complejas.
Esta visión implica que la forma en que los seres extraterrestres experimentan emociones y pensamientos dependería de cómo su conciencia se manifiesta y organiza.
A través de la historia, filósofos y científicos han planteado hipótesis similares, pero no se conocía con este nombre.
Tales de Mileto, considerado el primer filósofo, afirmaba que "todo está lleno de dioses". Otros pensadores como Platón, Wilhelm Leibniz y Spinoza también exploraron conceptos relacionados con la conciencia universal.
En el siglo XX, el panpsiquismo perdió influencia en la academia, pero experimentó un resurgimiento y volvió a estar en el centro del debate en el siglo XXI.
Críticas hacia el panpsiquismo
El panpsiquismo está rodeado de críticas, siendo una de las más destacadas el llamado "problema de la combinación".
Este problema se pregunta cómo es posible que las pequeñas formas de conciencia puedan combinarse para formar una conciencia más compleja, como la que experimentamos los seres humanos.
Además, otro desafío es su aparente incompatibilidad con nuestras intuiciones comunes. De hecho, tradicionalmente, tendemos a reservar el atributo de la conciencia para seres humanos y animales con sistemas nerviosos complejos, como mamíferos y aves.
El filósofo Philip Goff ha abordado estas críticas señalando que, aunque el panpsiquismo puede parecer contraintuitivo, esto no necesariamente invalida su validez.
Argumenta que, en la historia de la ciencia, teorías que desafían nuestras intuiciones previas han demostrado ser correctas.