Arqueólogos hallan una antigua joya del siglo III a.C. con una extraña cola y cachos de antílope
Un descubrimiento sin precedentes tiene en vilo a la comunidad científica en Jerusalén. Los detalles de este hallazgo que cautiva, atrae, pero genera muchas preguntas.
La comunidad científica y de arqueología halló en este 2025 una verdadera joya de oro que despierta misterio e intriga por su peculiar forma. Desde la Autoridad de Antigüedades de Israel hicieron públicas las fotos y videos de este impresionante descubrimiento bajo tierra, y hoy le dan la vuelta al mundo.
Se trata de un dorado y brillante pendiente de oro, decorado con la cabeza de un animal con cuernos. El descubrimiento tuvo lugar en Jerusalén por arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel y la Universidad de Tel Aviv.
La pieza de oro, que data del período helenístico (siglos III-II a.C.), fue hallada en el estacionamiento de Givati, dentro del Parque Nacional que rodea las murallas de la ciudad.
Un símbolo de lujo, riqueza y poder milenario
Se trata de una joya única en su tipo en la región de Jerusalén, según los expertos. "Las joyas de oro en el período helenístico eran un claro símbolo de lujo", explicó el Dr. Yefatah Shalo, uno de los responsables de la excavación.
El pendiente de oro fue elaborado con la técnica de filigrana, en la que hilos y diminutas esferas de metal forman complejas figuras ornamentales. Este nivel de detalle sugiere que el creador era un orfebre de gran talento.
El misterio de una joya hecha reliquia con extraños cuernos
El pendiente, similar a otros encontrados en la costa de Israel, representa la difusión de la cultura helenística en la zona, afirman los expertos.
Su exclusivo y muy particular diseño incluye una representación minuciosa de un antílope o ciervo, lo que reafirma la idea de que fue un artículo de prestigio.
"El descubrimiento de joyas conocidas desde el mundo helenístico en esta parte de Jerusalén nos enseña acerca de las influencias culturales en los residentes de la zona en ese momento", añadió el Dr. Shalo.
El enigma que encierra la joya del antílope de oro
A pesar de su belleza, la identidad de su dueño sigue siendo un enigma. "No queda claro si el pendiente de oro fue usado por un hombre o una mujer, y no se conoce la identidad cultural y religiosa de sus dueños, pero se puede decir con certeza que el que llevaba el pendiente necesariamente pertenecía al alto estatus de los habitantes de Jerusalén", señalaron los investigadores.
Su ubicación, cercana al Monte del Templo, refuerza la hipótesis de que su dueño pudo haber sido una figura prominente de la sociedad de la época.
Este hallazgo muestra, sin duda, la sofisticación y la conexión de Jerusalén con el mundo helenístico, un clásico para la arqueología en Israel y sus excavaciones, evidenciando cómo la ciudad no solo era un centro religioso, sino también un lugar de intercambio cultural y lujo.