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Antes de tiempo: esta es la edad a partir de la cual ya no te renuevan la licencia de conducir

A partir de los 60 años, es posible que la vigencia de este documento sea menor, requiriendo renovaciones más frecuentes.

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La licencia de conducir es un documento fundamental que acredita la capacidad de una persona para manejar vehículos motorizados en las vías públicas.

Su renovación es un trámite obligatorio que no solo cumple con disposiciones administrativas, sino que también tiene como objetivo preservar la seguridad vial de todos los usuarios.

Para ello, el proceso incluye diferentes pasos diseñados para garantizar que los conductores mantengan las competencias necesarias para operar un automóvil de manera segura.

En el caso de personas mayores de 60 años, los requisitos son más rigurosos. Además de los procedimientos habituales, deben realizarse exámenes médicos exhaustivos para confirmar su aptitud. 

Conoce hasta que edad puedes renovar tu licencia de conducir en México. Fuente: Shutterstock. 

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Esta es la edad máxima para seguir conduciendo en México

En México, no existe un límite de edad para solicitar o renovar una licencia de conducir. 

Según el artículo 51 de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, toda persona que realice este trámite debe cumplir con los siguientes requisitos:

  • Aprobar un examen de valoración integral, que certifique su capacidad para conducir.
  • Superar pruebas teóricas y prácticas sobre conocimientos y habilidades. 

De esta manera, cualquier persona mayor de edad que cumpla con estos requisitos tiene el derecho de renovar su licencia de conducir, sin importar su edad.

¿Cómo saber si es el momento de que un adulto mayor deje de conducir?

A medida que las personas envejecen, es esencial prestar atención a ciertos indicadores que podrían sugerir que un adulto mayor ya no está en condiciones de conducir. 

Un estudio liderado por Robert H. Shmerling, miembro del Consejo Asesor Editorial de Harvard Health Publishing, identificó factores clave para evaluar esta situación:

  • Salud general: Condiciones médicas crónicas o agudas que afectan la capacidad de conducir con seguridad son un aspecto crítico a considerar.
  • Cambios asociados al envejecimiento: La disminución en la velocidad de reacción y la capacidad para tomar decisiones rápidas, comunes con la edad, pueden comprometer la capacidad de responder adecuadamente a imprevistos en la carretera.
  • Problemas de vista y audición: Estos sentidos son esenciales para la conducción segura. Un deterioro en cualquiera de ellos incrementa significativamente el riesgo de accidentes.
  • Efectos secundarios de medicamentos: Algunos tratamientos pueden provocar somnolencia, confusión u otros síntomas que afectan las habilidades necesarias para conducir.
  • Falta de fuerza o flexibilidad: La debilidad física puede dificultar maniobras importantes, como girar el volante o usar los controles del vehículo.

  • Problemas de memoria o desorientación: Dificultades para recordar reglas de tránsito o rutas habituales pueden ser señales de pérdida de memoria o confusión, lo cual representa un riesgo grave al volante.
  • Conducción errática: Conductas como cambios bruscos de velocidad, dificultad para mantenerse en el carril o señales de manejo inseguro son claros indicativos de que la capacidad de conducir podría estar comprometida.

Detectar cualquiera de estos signos debe motivar una evaluación más exhaustiva de la capacidad del adulto mayor para conducir. 

¿Existen alternativas de transporte seguras para adultos mayores que ya no pueden conducir?

Sí, existen varias alternativas seguras para adultos mayores que ya no pueden conducir. Entre ellas se encuentran:

  1. Transporte público. Muchas ciudades cuentan con autobuses o trenes adaptados para personas con movilidad limitada, con asientos prioritarios y rampas.

  2. Servicios de transporte privado. Aplicaciones como Uber o Lyft ofrecen opciones con asistencia personalizada. Algunas incluso permiten a familiares monitorear el viaje en tiempo real.

  3. Programas comunitarios. Organizaciones locales y gubernamentales a menudo brindan transporte gratuito o a bajo costo para adultos mayores, especialmente para citas médicas o compras esenciales.

  4. Vehículos compartidos adaptados. Servicios específicos para personas mayores o con discapacidades, como transporte asistido, donde conductores capacitados ayudan con la movilidad.

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