Conocé el proyector pocket de Sony
Infotechnology tuvo la chance de probar el MP-CL1, cuyas dimensiones son apenas superiores a las de un smartphone. Ventajas y desventajas del mini dispositivo.
Probar el proyector portátil de Sony (MP-CL1) representó un lindo desafío. Por un lado, tener la chance de testear un producto nuevo, con varias características interesantes, y, por el otro, sumar argumentos a tener en cuenta cuando se presente la vieja discusión entre "¿qué conviene comprar? ¿un proyector tradicional o uno de estos nuevos dispositivos tamaño pocket?".
Luego de cargar su batería al máximo, primero probé su conectividad, a priori, una de sus características que llama la atención. Mediante una pequeña palanca ubicada en uno de sus laterales, el proyector ofrece la chance de navegar fácilmente por sus diferentes menús.
Mediante la función Miracast -disponible en la mayoría de los smartphones con sistema operativo Android o, en caso contrario, descargable desde la Play Store- pude rápidamente reflejar el contenido de la pantalla de mi celular en la pared lindante al monitor del trabajo. Eso sí, al estar muy cerca de la superficie elegida (una cartulina blanca) y con mucha luz alrededor, la proyección fue de tamaño pequeño y de una calidad mejorable.
Ya en mi casa, y con una distancia superior a los tres metros, volví a conectar mi celular, y el proyector me ofreció una pantalla de 120 pulgadas con una resolución muy buena. Eso sí, para obtener el mejor resultado, fue imprescindible oscurecer al máximo el lugar donde iba a llevar adelante la proyección.
El dispositivo también permite adecuar la proyección de las imágenes para poder proyectarlas sobre superficies irregulares. Esta función y la posibilidad de adecuar la calidad de la imagen de forma automática de acuerdo a la distancia existente entre el proyector y la pantalla, pared, techo o superficie, fue otra de las cosas que más me gustaron del proyector.
Después de mirar un par de series y películas vía Netflix, utilizando la conectividad 4G de un smartphone decidí proyectar un juego desde una consola PlayStation 4. Mediante un cable HDMI con adaptador, incluido en la caja del proyector, pude jugar sin problemas en una pantalla de más de tres metros de diámetro y con definición HD. Otro punto a favor del equipo de Sony. La experiencia sonora que alcancé con el proyector también fue gratificante ya que su ficha para auriculares -universal de 3.5 mm- la usé, mediante una extensión, para sumarle un pequeño Home Teathre. Así, pude armar un pequeño cine hogareño.
Puntos mejorables
Sin embargo, si bien la conectividad mediante un dispositivo Android -vía wi-fi o 4G- careció de inconvenientes y brindó una experiencia gratificante, los problemas surgieron cuando intenté conectar el proyector con un iPhone o iPad o una tableta o celular provistos con sistema operativo Windows.
Otros puntos mejorables (o características a incluir en futuras versiones), serían la posibilidad de brindarle al proyecto la posibilidad de conectarlo vía bluetooth con parlantes externos; crear una aplicación para poder utilizar sus comandos a distancia; y sumarle una pequeña rosca universal que permita sostenerlo mediante un trípode.
La duración de su batería, si bien soportó dos horas de uso contínuo, parece algo escasa si se piensa, por ejemplo, en utilizar el proyector en una noche cuyo plan es específicamente mirar algunos capítulos de la serie favorita, ver una película o jugar algún videojuegos.
Lo positivo, es que se puede usar el dispositivo conectado a la red eléctrica. Aunque vale tener en cuenta que mientras el proyector esté en uso, su batería no se recargará.
En síntesis: la conectividad del proyector es muy eficiente para smartphones o tabletas provistos con sistema operativo Android, y la videoconsola PlayStation 4; su portatibilidad es excelente ya que es apenas superior al tamaño de cualquier celular; como puntos a mejorar se encuentran su compatibilidad con productos con iOS y Windows y la ampliación de la duración de su batería.
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