Más del 42% del precio del servicio de internet corresponde a impuestos: la mayoría son provinciales y municipales
El crecimiento de la demanda de internet choca con barreras estructurales y regulatorias que impactan en la expansión de la red. Los problemas son falta de inversión en ciertas zonas y alta carga impositiva.
El acceso a internet en la Argentina sigue expandiéndose, pero enfrenta desafíos de infraestructura, costos y regulación. Actualmente, el 82% de los hogares están conectados, lo que ubica al país en el segundo puesto de América latina en términos de penetración, según datos de la Cámara Argentina de Internet (CABASE). Sin embargo, el crecimiento de la red está condicionado por la falta de inversión en ciertas zonas y la alta carga impositiva sobre el servicio.
Ariel Graizer, presidente de CABASE, destaca que el sector continuará su expansión en 2025 con un aumento en la instalación de fibra óptica, la mejora en velocidades de conexión y la incorporación de nuevas soluciones de conectividad. "El consumo de internet sigue creciendo con una demanda de capacidad cada vez mayor. La fibra óptica permite mejorar la velocidad, pero todas las tecnologías están aumentando sus prestaciones", apunta Graizer.
En este contexto, el desarrollo de la inteligencia artificial (IA), los centros de datos y las soluciones en la nube marcan un nuevo paradigma. La infraestructura de conectividad no solo debe garantizar el acceso a más hogares, sino también adaptarse a las necesidades de las industrias que dependen del procesamiento y almacenamiento masivo de información.
Fibra óptica, redes mesh y el auge del internet rural
Uno de los cambios más notables en el mercado es la llegada de soluciones satelitales como Starlink, que están permitiendo conectar áreas rurales donde el despliegue de infraestructura tradicional es costoso o inviable. Según Graizer, este tipo de servicios se están consolidando como un complemento para los operadores locales, contribuyendo a mejorar la conectividad en zonas que hasta hace poco no tenían acceso a internet de alta velocidad.
Otro fenómeno en crecimiento es la expansión de redes internas en los hogares. El auge del streaming, las videoconferencias y el trabajo remoto está impulsando la adopción de redes mesh, una tecnología que permite una mejor distribución de la señal dentro de las casas, optimizando la conexión en distintos ambientes y para múltiples dispositivos. "Los usuarios cada vez piden más servicios, porque una vez garantizada la conectividad, las oportunidades que se abren son muy grandes", explica Graizer.
El peso de los impuestos y la necesidad de inversión
Pese a los avances, el sector enfrenta serias dificultades económicas y regulatorias. Desde CABASE advierten que más del 42% del precio del servicio de internet corresponde a impuestos, muchos de ellos provinciales y municipales, lo que encarece el acceso y frena la expansión de las redes. Graizer sostiene que este esquema debe reformarse para facilitar la inclusión digital: "Esperamos que la reducción de impuestos se traslade a los usuarios y haga más accesible la conectividad en todo el país".
A escala global, las tendencias en banda ancha apuntan a soluciones más eficientes y sostenibles. Según un informe de CommScope, en mercados avanzados como los Estados Unidos y la Unión Europea, se están destinando miles de millones de dólares en financiamiento público para el despliegue de fibra óptica, mientras que en la Argentina la inversión en infraestructura aún está rezagada.
La expansión del acceso a internet será clave para el desarrollo económico y tecnológico del país. Sin un cambio en las políticas impositivas y una mayor apuesta por la infraestructura, la Argentina corre el riesgo de perder competitividad en un mundo donde la conectividad es el pilar del crecimiento digital.
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