Ni vinagre ni limón: el método mágico para eliminar el sarro de los dientes

Tener dientes blancos y libres de sarro puede ser un desafío, pero existe un método casero con un ingrediente simple que puede mejorar la apariencia de la sonrisa.

A pesar de que este método no reemplaza la visita del odontólogo, puede ser una solución práctica que se puede probar en casa como una alternativa natural.

¿Qué es el sarro dental?

El sarro dental es una acumulación endurecida de placa bacteriana que se forma sobre los dientes y las encías. Tiene un tono amarillento y su formación se debe a la mezcla de bacterias, restos de comida y saliva. 

En el caso de que no se elimine con una higiene adecuada, puede convertirse en un problema más grave. En todo momento es recomendable acudir a un dentista cada 6 meses o un año al menos.

El truco para eliminar el sarro dental

El bicarbonato de sodio es común en muchas casas y es conocido por su capacidad para eliminar manchas superficiales en los dientes. Al combinarlo con sal, el efecto puede ser más eficaz para combatir el sarro y blanquear los dientes.

Para poder utilizar este método es necesario seguir determinados pasos:

• Preparar la mezcla: en un recipiente pequeño, mezclar una cucharadita de bicarbonato de sodio con una cucharadita de sal.
• Humedecer el cepillo: mojar el cepillo de dientes con agua tibia para facilitar la aplicación.
• Cepilla con la mezcla: aplicar la mezcla como si fuera pasta dental. Cepillar los dientes con movimientos circulares, prestando especial atención a las áreas donde se acumula el sarro.
• Dejar actuar y enjuagar: esperar que la mezcla actúe en los dientes durante unos minutos. Luego, enjuagar bien con agua tibia para eliminar cualquier residuo.

Este procedimiento no debe repetirse con frecuencia, ya que su uso excesivo puede dañar el esmalte dental. Se recomienda hacerlo ocasionalmente. 

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¿Qué pasa si no se elimina el sarro?

Si el sarro no se elimina a tiempo, puede desencadenar diversos problemas de salud bucal, como gingivitis, que puede generar inflamación y sangrado de las encías.

También es posible tener periodontitis, que es una infección avanzada que puede causar la pérdida de dientes, generar caries por la acumulación de bacterias.