Financial TimesExclusivo Members

Las elecciones en Francia serán decisivas para el futuro de la derecha en Europa

Es posible que el presidente Emmanuel Macron confíe en que, como en las dos últimas elecciones presidenciales, cuando se les presente la opción de instalar a Marine Le Pen en el poder, el electorado francés se resista una vez más.

Las elecciones al Parlamento Europeo son una serie de contiendas nacionales. Suelen tener más importancia a nivel nacional que en Bruselas o Estrasburgo, dada la naturaleza difusa del poder y la toma de decisiones en la Unión Europea (UE).

Así lo puso de manifiesto el presidente de Francia, Emmanuel Macron, el domingo por la noche, sorprendiendo a su país y al resto de Europa al anunciar elecciones anticipadas a la Asamblea Nacional en apenas tres semanas, con una segunda vuelta el 7 de julio.

Macron respondía así a la contundente victoria de la ultraderechista Reagrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen en las elecciones al Parlamento Europeo celebradas el domingo. RN obtuvo el 31,5% de los votos, más del doble que la alianza centrista de Macron. Al convocar elecciones nacionales, Macron parece querer frenar el camino de Le Pen a la presidencia en 2027, obligando a los franceses a decidir si de verdad quieren que gobierne un partido como RN.

Elecciones en Europa: la derecha avanza y presiona a los partidos del centro, ¿cómo queda el nuevo Parlamento?

El resultado de esa votación francesa podría importar más para el futuro de la UE que los resultados de las elecciones del Parlamento Europeo del domingo.

Aunque estos últimos han dado un giro de la política de la UE hacia la derecha, no lo han hecho de forma decisiva. Los eurodiputados populistas y de extrema derecha representarán seguramente algo menos del 25% del Parlamento. Es un incremento considerable con respecto al 5% de hace 15 años. Pero no van a hacerse con el control del Parlamento, ni mucho menos de la UE. Hay una división entre dos partidos principales y varias agrupaciones independientes.

El sueño de un supergrupo euroescéptico que rivalizara con los bloques de centro derecha y centro izquierda, que dominan el Parlamento, sigue siendo sólo eso. De hecho, la extrema derecha podría dividirse en tres grupos: radicales de línea dura como Alternativa para Alemania (AfD); pragmáticos en el poder con la italiana Giorgia Meloni a la cabeza; y euroescépticos de extrema derecha como Le Pen.

Durante décadas, el Parlamento Europeo funcionó mediante una gran coalición de centro izquierda y centro derecha. En 2024, por primera vez podría ser posible una mayoría entre el centro derecha y la extrema derecha, aunque es poco probable que se formalice. Pero la centro derecha ha descartado trabajar con Le Pen, por no hablar de AfD. Aun así, ha cambiado, permitiendo la cooperación con Meloni, que ha decidido colaborar con Bruselas en lugar de enfrentarse a ella. Eso podría significar un parlamento más conservador en cuestiones como el cambio climático y la inmigración.

Hace tiempo que el cordón sanitario está cambiando en toda Europa. A finales de este año, 10 de los 27 Estados miembros de la UE, incluida Francia, podrían estar gobernados por coaliciones que incluyen o están apoyadas por partidos populistas o de extrema derecha. En la mayoría de los casos, se trata de que los conservadores encuentren una causa común con la derecha más radical.

Macron, por otro lado, no está estirando el cordón sanitario, más bien intenta desintegrarlo por completo, algo paradójico para un líder que forjó su identidad política como el candidato proeuropeo capaz de frenar el ascenso de la extrema derecha.

Unas elecciones anticipadas podrían instalar en cuestión de semanas en el poder a RN, un partido euroescéptico radical con un programa proteccionista y nacionalista contrario a la pertenencia a la UE. El presidente se vería obligado a compartir el poder en una cohabitación humillante con su némesis.

Elecciones europeas: el auge de la derecha puede cambiar a la UE, ¿cuáles pueden ser los efectos económicos?

El RN es ya el mayor partido de la oposición en la Asamblea Nacional. Tiene una impresionante maquinaria de campaña y un tirón electoral tras la contundente victoria del domingo.

Es probable que Macron crea que las cosas sólo pueden empeorar para su alianza centrista. Su derrota de este fin de semana -un electorado de centro hasta ahora en la franja del 20%-25% se está desintegrando- podría desencadenar una guerra de sucesión entre aquellos de sus partidarios con ambiciones presidenciales. Su partido En Marche! lleva dos años sin mayoría parlamentaria y tiene pocas perspectivas de formar una coalición en las condiciones actuales. La perspectiva de una victoria inminente de RN podría, en cambio, animar a otros partidos a establecer alianzas electorales.

La ultraderecha pisó fuerte en las elecciones europeas: dónde sacó más votos

Es posible que Macron confíe en que, como en las dos últimas elecciones presidenciales, cuando se les presente la opción de instalar a RN en el poder, el electorado francés se resista una vez más. Puede que esté calculando que si RN ganara, resultaría tan caótico en el Gobierno que rompería el aura en torno a una victoria de Le Pen en 2027.

Macron podría argumentar que en el sistema político vertical de Francia, en el que el presidente ostenta la mayor parte del poder, un gobierno de RN no perjudicaría mucho al país ni a la UE. Para mucha gente en Francia y en otros lugares de la UE, parece una tirada de dados desesperada.

Temas relacionados
Más noticias de Francia

Las más leídas de Financial Times

Destacadas de hoy

Noticias de tu interés

Compartí tus comentarios

¿Querés dejar tu opinión? Registrate para comentar este artículo.