El país de Asia Central donde todo está pintado de blanco, la luz, el agua y el gas es gratis, pero no hay wifi: lo tienes que conocer
Un destino sorprendente donde lo moderno y lo tradicional se encuentran en cada esquina.
Turkmenistán, uno de los países más aislados del mundo, sorprende por sus peculiaridades. Ubicado en Asia Central, este país cuenta con una capital, Ashgabat, conocida por sus impresionantes edificios de mármol blanco que dominan el horizonte, lo que le ha valido el reconocimiento como una de las ciudades más relucientes del mundo. Pero el contraste más notable es que, aunque la energía, el agua y el gas han sido históricamente gratuitos para los ciudadanos, el acceso a internet está muy limitado.
Un país de servicios gratuitos (hasta hace poco)
Desde 1993, bajo el mandato de Saparmurat Niyazov, conocido como Turkmenbashi, los ciudadanos de Turkmenistán gozaban de gas, electricidad y agua gratuitos. Este subsidio se introdujo para aprovechar la vasta riqueza de recursos naturales del país, particularmente sus gigantescos depósitos de gas. Sin embargo, en 2019, el gobierno decidió terminar gradualmente con este beneficio debido a la crisis económica, aunque algunas subvenciones siguen vigentes para los más necesitados.
A pesar de esta medida, el país sigue siendo un lugar único donde las familias han tenido acceso a una cantidad básica de gas y electricidad de manera gratuita durante décadas. Esta política hizo que los turcomanos disfrutaran de una calidad de vida inusual para un país que, en muchos otros aspectos, enfrenta grandes desafíos económicos.
La ciudad de mármol y la falta de conexión digital
Además de ser conocido por sus beneficios energéticos, Ashgabat, la capital, destaca por sus extravagantes edificios de mármol blanco. Esta ciudad, catalogada en el Libro Guinness de los Récords por tener la mayor concentración de mármol blanco del mundo, es el reflejo del deseo del gobierno de mostrar una imagen de prosperidad y grandeza.
Sin embargo, a pesar de este lujo arquitectónico, el acceso a internet en Turkmenistán es casi inexistente. El país tiene uno de los niveles de conectividad más bajos del mundo, y el uso de wifi está estrictamente controlado, siendo muy limitado en comparación con otros países. El gobierno mantiene un férreo control sobre las telecomunicaciones, lo que significa que la mayoría de los turcomanos viven sin acceso a las plataformas digitales que muchos damos por sentadas.
Turismo en Turkmenistán: un lugar que desafía expectativas
Visitar Turkmenistán es una experiencia única. A pesar de las restricciones digitales y la austeridad económica, el país tiene una oferta turística sorprendente. Ashgabat es una ciudad que no deja indiferente a nadie: sus monumentos gigantes, amplias avenidas y lujosos edificios de mármol contrastan con la vida cotidiana de sus ciudadanos. Además, el desierto de Karakum y el famoso Cráter de Darvaza, conocido como "La Puerta al Infierno", son solo algunos de los atractivos naturales que capturan la atención de los pocos turistas que logran visitar el país.
En definitiva, Turkmenistán es un país de contrastes, donde la opulencia arquitectónica convive con restricciones sociales y digitales, pero donde todavía se puede disfrutar de algunas comodidades gratuitas que lo diferencian de cualquier otro lugar en el mundo.