El lago artificial más grande de Europa está entre España y Portugal: tiene 1200 kilómetros de costa, castillos y bonitos pueblos
Un destino único que combina naturaleza, historia y actividades al aire libre en un solo lugar.
El lago de Alqueva no es solo un cuerpo de agua; es un gigante sereno que reposa en la frontera entre España y Portugal, específicamente en la región del Alentejo. Este embalse, reconocido como el más grande de Europa, se extiende sobre 1200 kilómetros de costa y ofrece un sinfín de oportunidades. La presencia de antiguos castillos y encantadores pueblos añade un toque mágico a su paisaje acuático.
Este lugar, situado a lo largo del río Guadiana, ha sabido conjugar su riqueza natural con una oferta cultural y turística de primer nivel. No solo se trata de un área de esparcimiento y contacto con la naturaleza, sino también de un espacio donde la historia y la modernidad se encuentran.
Alqueva: el lago artificial más grande de Europa que está entre España y Portugal
El Alqueva se extiende por 83 kilómetros de longitud, serpenteando entre colinas y dehesas, rodeado de pequeños pueblos con un encanto rural inalterado. Lugares como Monsaraz, Mourão, Amieira, Alqueva y Estrela, ofrecen un vistazo a la vida medieval con sus calles empedradas y arquitectura tradicional.
Lo que no te podés perder
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Turismo activo y de descanso: ideal para quienes buscan escapar del bullicio turístico. Desde paseos en barco hasta kayaking y pesca deportiva, el lago ofrece tranquilidad y aventura a partes iguales.
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Playas fluviales: con 1200 kilómetros de costa, se han desarrollado nuevas playas como las de Monsaraz y Mourão, perfectas para un día de relax bajo el sol, con todas las comodidades modernas.
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Astroturismo: designada en 2011 como la primera "Reserva Starlight" por la Unesco, la región es un paraíso para los amantes de la astronomía, con instalaciones como el Observatório do Lago Alqueva (OLA).
Experiencias únicas en el lago Alqueva
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Casas flotantes: alquila una casa flotante y navega a tu propio ritmo, disfrutando de atardeceres y calas solitarias.
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Descubrimientos históricos: no te pierdas los castillos de Juromenha, Alandroal, Terena, Monsaraz y Portel, que ofrecen un viaje directo al pasado medieval de la región.
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Gastronomía local: la cocina alentejana es un festín de sabores que no te podés perder, destacando sus panes, quesos, vinos y platos de caza.
Ya sea que estés buscando aventura o un retiro pacífico, este destino transfronterizo ofrece algo valioso para cada visitante.