El Gobierno acusa a Ayuso de "terraplanismo político" tras sus declaraciones sobre la desaparición de chats con Sánchez

La tensión entre el Gobierno central y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha sumado un nuevo episodio. Este martes, la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, ha pedido a Ayuso que abandone el "terraplanismo político", deje de "mentir tan alegremente" y "se centre".

Las declaraciones de Alegría se produjeron durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde respondió a las recientes afirmaciones de la dirigente madrileña sobre la desaparición de conversaciones que mantuvo con el presidente Pedro Sánchez durante la pandemia.

En una entrevista en Telecinco, Ayuso reveló que los chats con Sánchez han desaparecido de su móvil y se preguntó "qué no estarán utilizando" desde el Gobierno para que ella ya no tenga acceso a esos mensajes. 

"Tenía tres o cuatro conversaciones con el presidente de poca importancia, sin salsa política, sobre la pandemia, y han desaparecido", aseguró la presidenta madrileña, quien insistió en que desconoce "qué programas no estarán utilizando desde la Moncloa" para eliminar esos chats.

Al ser consultada sobre si cree que su teléfono ha sido objeto de espionaje, Ayuso evitó afirmarlo de manera directa, pero deslizó la sospecha de que no solo su móvil podría haberse visto afectado. "No sé si del mío o de mucha gente que tenía un chat con él (Sánchez), pero mis mensajes han desaparecido y en su contacto ahora aparece uno sin avatar", añadió.

Ante estas declaraciones, Alegría fue contundente: "Los madrileños no merecen este 'reality' diario y constante. La presidenta parece más preocupada por la búsqueda del foco mediático y por los ‘me gusta' en redes sociales que por gobernar Madrid". 

La portavoz insistió en que el Ejecutivo está centrado en "los trabajadores y la clase media de este país", en contraste con lo que considera una estrategia de confrontación permanente por parte de Ayuso.

El choque entre ambas administraciones no es nuevo y ha marcado la relación entre el Ejecutivo central y el Gobierno de la Comunidad de Madrid en los últimos años. Sin embargo, el tono empleado por Alegría refleja la creciente crispación entre ambas partes, en un contexto político donde la batalla entre Sánchez y Ayuso se mantiene como uno de los principales focos de atención.