¿Adiós Temu? El gigante chino podría tener los días contados dentro de la UE por vender productos ilegales
La Comisión Europea ha iniciado una investigación para esclarecer si Temu infringió las normas de la UE.
Las aplicaciones de comercio electrónico chinas, como AliExpress y Shein son muy populares tanto en España como en el resto del mundo. Un de las más reciente en hacer su aparición es Temu, que ha ganado relevancia gracias a su disruptiva forma de atrapar usuarios, que participan en sus juegos y obtienen productos de regalo.
Con productos en más de 100 categorías, que incluyen ropa, electrónica, artículos de belleza, y más, a precios competitivos, incluso para el sector de gigantes chinos. No es sorpresa que haya conquistado a los consumidores pero ahora enfrenta un difícil panorama en el viejo continente.
La Comisión Europea ha iniciado una investigación formal para esclarecer si la plataforma de comercio electrónico Temu; propiedad del conglomerado PDD Holdings; ha incumplido la Ley de Servicios Digitales (DSA) en varios aspectos clave.
Según las autoridades, Temu podría haber vulnerado cinco artículos de esta normativa, lo cual pondría en riesgo su continuidad en el mercado de la Unión Europea e infracciones contundentes.
La investigación se centra en aspectos fundamentales de la operativa de Temu, entre ellos la presunta venta de productos ilegales, el diseño adictivo de su plataforma, los sistemas que utiliza para recomendar productos a los usuarios y su política de acceso a datos públicos para las autoridades.
Antes de abrir el expediente, la CE revisó informes de evaluación de riesgos presentados por Temu en septiembre de este año, así como documentos internos que la compañía entregó tras dos solicitudes de información, la última de ellas realizada el pasado 11 de octubre.
A raíz de estos análisis, Bruselas decidió dar un paso adelante y activar los mecanismos de control que la DSA permite para este tipo de casos.
El gigante chino podría tener los días contados dentro de la UE por vender productos ilegales
El examen de la Comisión se centra en cinco artículos de la DSA que establecen obligaciones a plataformas digitales. Entre estos, destacan:
Limitación de productos ilegales
La Comisión busca determinar si Temu tiene mecanismos efectivos para evitar la venta de productos no permitidos y si estos son lo suficientemente robustos como para impedir su reaparición en la plataforma.
Riesgo de diseño adictivo
Otro de los puntos es el diseño adictivo del servicio, que podría estar incentivado por sistemas de recompensas que fomentan el uso compulsivo de la plataforma, similar a los programas de juego.
Sistema de recomendaciones
Bruselas también cuestiona cómo Temu selecciona los productos y contenidos que recomienda a sus usuarios, y exige a la empresa que informe sobre los parámetros específicos utilizados en su sistema de recomendaciones.
Acceso a datos públicos
De acuerdo con la normativa, Temu debería proporcionar acceso a determinados datos para que los investigadores puedan cumplir con su labor de supervisión.
El costo de la batalla legal para Temu y su respuesta ante la UE
Si se confirma que Temu ha infringido la normativa, la plataforma podría enfrentarse a multas de hasta el 6% de su facturación anual global. Además de las sanciones económicas, Bruselas podría exigirle que ajuste sus prácticas de funcionamiento para alinearse con los estándares de la UE.
Frente a esta situación, Temu ha declarado que toma "muy en serio" el cumplimiento de la Ley de Servicios Digitales y que colaborará con las autoridades en esta investigación. Asimismo, la empresa afirma estar en conversaciones para unirse al Memorando de Entendimiento sobre la venta de productos falsificados en internet.
Un portavoz de la compañía explicó que "la falsificación es un desafío para toda la industria, y creemos que los esfuerzos colaborativos son esenciales para proteger a los consumidores y a los titulares de derechos".
Este enfoque colaborativo podría ser clave para Temu, que actualmente cuenta con más de 90 millones de usuarios activos en la Unión Europea, en un momento en que su reputación y operaciones están bajo escrutinio.
Por ahora, tanto Bruselas como los consumidores están a la espera de conocer si el gigante asiático logrará superar este nuevo desafío normativo o si la presión regulatoria marcará un punto de inflexión en su trayectoria en Europa.