Trilantic rechaza la oferta de Sidenor por su participación en Talgo del 29,9%
La siderúrgica vasca ofreció al fondo pagar la acción por encima de su valor actual, pero los estadounidenses no aceptan vender por menos de 5 euros el papel.
Sidenor intentó dar un paso más en su carrera para hacerse con Talgo. Esta mañana se conoció que la siderúrgica vasca presentó una oferta para comprar al fondo de inversión Trilantic la participación del 29,9% que posee en el fabricante de trenes de alta velocidad.
Esta operación, que cuenta con el visto bueno del Gobierno, fue bien reciba por el mercado ya que la acción de la compañía fundada por la familia Oriol sube en Bolsa un 1,79%.
Si bien no transcendió el precio que estaría dispuesto a pagar el empresario vasco José Antonio Jainaga, propietario de Sidenor, fuentes cercanas a la operación deslizaron que estaría encima del precio actual de mercado (la acción se está comercializando a 3,42 euros), aunque por debajo de los 5 euros que el consorcio Ganz-Mavag ofreció en la OPA que finalmente fue retirada en agosto por la fuerte oposición del Ejecutivo encabezado por Pedro Sánchez.
La diferencia entre ambas ofertas hizo que este mediodía Trilantic rechazase la propuesta de Sidenor. Veamos los números de una y otra.
El total, de la oferta de los húngaros ascendía a 619 millones de euros; mientras que la presentada a Trilantic por el empresario vasco podría alcanzar los 150 millones, de acuerdo a una información publicada por El Correo.
Tal como adelantó El Cronista España el pasado 21 de octubre, el fondo Trilantic no estaba dispuesto a aceptar un precio por debajo de los 5 euros, ya que no iba a desprenderse de su participación a "precio de saldo".
Lo cierto es que el fondo estadounidense Trilantic volvió a ocupar el centro de la escena. Incluso por unas horas hubo quienes especularon con su salida de la compañía porque es bien conocida su intención de abandonar la empresa, idea compartida por los otros socios de referencia del fondo, las familias Oriol y Abelló, que entre los tres controlan el holding Pegaso, a su vez dueño del 40,2% del capital de la ferroviaria, porcentaje que lo convierte en el principal accionista de Talgo.
También lo es que la compra de la totalidad de la participación que Pegaso posee en Talgo, obligaría a lanzar una OPA al superar el 30% del accionariado.
Este hecho, sumado al interés de Trilantic de salir del fabricante, empresa en la que entró en 2006, explica que la oferta haya sido sólo para el fondo ya que la operación involucraría al 29,9% de las acciones, por lo que no es de extrañar que Trilantic decidiera negociar la venta de su participación en solitario, siempre, como quedó claro hoy, el precio se ajuste a sus deseos.
Otro dato: Trilantic y el resto de los socios de Pegaso tienen firmado un acuerdo parasocial que vence a finales de este año.
Vale recordar que en octubre se confirmó que el fabricante de trenes español recibió una manifestación de interés por parte de Sidenor para adquirir todo o una parte del capital social de la empresa. Por lo que la oferta conocida esta mañana, y pocas más tarde rechazada, hay que inscribirla dentro de este contexto.
La entrada de Sidenor en Talgo es bien reciba debido a la imperiosa necesidad del fabricante ferroviario de contar con un socio industrial. Talgo está ante un cuello de botella ya que su cartera de pedidos no sólo alcanza los 4000 millones de euros, sino que aumenta cada trimestre, lo que podría agravar los problemas de incumplimientos que está afrontando, principalmente con Renfe.
En concreto, por las demoras con la compañía púbica, Talgo enfrenta una multa diaria de 80.000 euros, que se suma a la penalización de 116 millones de euros por retrasos y 50 millones adicionales por lucro cesante.
Problema similar tiene el fabricante con los 79 trenes encargados por la empresa alemana Deutsche Bahn, negocio que involucra unos 2000 millones de euros. La primera entrega se tendría que haber producido en 2023, aunque el pedido se amplió de las 23 unidades iniciales a las 79 actuales.
A estos hay que sumarles a los pedidos que tienen origen en Dinamarca, para DSB. Por otra parte, Talgo afirmó que está analizando oportunidades para los próximos dos años por valor superior a 6000 millones de euros.
Las otras cartas
Tras la salida del holding húngaro Magiar Wagon, tanto la portavoz del Gobierno vasco, María Ubarretxena, como el diputado general de Álava, Ramiro González, reconocieron que están trabajando de manera coordinada para encontrar un socio con el músculo financiero necesario capaz de impulsar un proyecto que permita abordar las inversiones previstas para garantizar la continuidad de Talgo, como los pedidos pendientes que superan los 4000 millones de euros.
Por su parte, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, destacó el apoyo gubernamental a la propuesta de Sidenor para convertirse en accionista de Talgo y aseguró que "el Gobierno va a estar ahí, apoyando y acompañando para que la operación llegue a buen puerto".
Así las cosas, las miradas apuntaron, por una parte, al fondo Finkatuz, brazo inversor estatal vasco; y, por otra, a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Mientras que por el lado privado, CriteriaCaixa estaría siendo tentada tanto por los gobiernos vasco y central para entre en la operación como socio inversor.