¿Se cae la OPA? Incertidumbre luego de que el Fondo Brandes compre el 13,5% de las acciones clase B de Grifols
La posición del fondo californiano está valorada en 315 millones de euros. Qué busca con este movimiento.
Hace tan sólo 24 horas, las sensaciones en el mercado eran que la OPA de exclusión lanzada por el fondo Brookfield sobre Grifols estaba finalmente encaminada, tras conseguir la sociedad canadiense la refinanciación de la deuda bruta de la farmacéutica especializada en hemoderivados.
En concreto, Banco Santander junto con Deutsche Bank, le otorgarían a Brookfield un crédito sindicado por 11.000 millones de euros para hacer frente al pasivo de Grifols y avanzar a paso firme en la adquisición de la compañía catalana, negocio que está valorado en casi 16.000 millones.
Sin embargo, hoy se conoció que el fondo californiano Brandes Investment Partners comunicó al supervisor estadounidense de los mercados SEC, que incrementó su participación en Grifols hasta el 13,5% de las acciones de clase B, movimiento que puede representar un escollo al cambio de estatutos que necesitan los canadienses para cerrar la operación.
Cuáles son los antecedentes
Veamos. La firma de inversión fundada por Charles Brandes ya poseía el 10% de la farmacéutica, cuando tras la publicación del informe del fondo bajista Gotham City salió a respaldar a la empresa catalana con la compra de medio millón de ADRs y diez millones de acciones ordinarias de clase B, hasta 14,05 y 13,48 millones de títulos, respectivamente.
Con el movimiento conocido esta mañana, el paquete accionarial que alcanzó Brandes, compuesto por 16,75 millones de acciones B ordinarias y 18,4 millones de ADRs, está valorado en 315 millones de euros.
En este punto, es importante destacar que las acciones B de Grifols no tienen derecho de voto, y por ello cotizan con un descuento de unos 2 euros por título respecto a las de clase A. De hecho, su cotización está en 9 euros, mientras los de la de clase A apenas superan los 11 euros, de acuerdo al valor de venta en la sesión de hoy.
Otra diferencia entre estas dos clases de acciones, es que las de clase A cotizan en el Ibex 35 (las B en el continuo), y además de contar con mayor liquidez gozan de derechos políticos, lo que les da a sus poseedores la posibilidad de votar.
¿La jugada de Brandes?
A simple vista da la impresión de que comprar acciones sin derecho de voto en pleno proceso de una OPA excluyente puede no ser un negocio especialmente atractivo.
Pero a Charles y sus ejecutivos no se les pasó por alto que la ingeniería financiera que busca desarrollar Brookfield, junto con los accionistas de referencia de Grifols, pasa por un cambio de los estatutos de la compañía de hemoderivados para no tener que abonar el mismo precio por las acciones A y B, de acuerdo a los actuales estatutos que rigen el funcionamiento de Grifols.
Y es en este último punto donde entra en juego la posición que posee Brandes en acciones clase B. Sucede que para cambiar la reglamentación y poder pagar precios diferenciados entre ambas categorías de acciones, para el fondo canadiense es imperioso contar con el respaldo de la mayoría necesaria de los poseedores de esta clase de este tipo de títulos.
Así, los analistas que siguen este proceso creen que Brookfield continuará adelante con la OPA, en caso de poder efectuar el cambio en los estatutos que le permita pagar entre 11 y 12 euros por las acciones de clase A y 11 euros por las de clase B, cuando actualmente están cotizando a 9 euros, como se señaló.
Así las cosas, no es casual que Brandes haya incrementado su volumen de acciones clase B, hasta convertirse en el principal tenedor de esos títulos, ya que por las últimas que adquirió podrá sacar una diferencia que podría alcanzar hasta los 2 euros por unidad.
Pero, y lo que es más relevante aún, como el fondo californiano adquirió el grueso de las acciones clase B antes del derrumbe de la cotización de Grifols, provocado por la publicación del informe Gotham, necesita una revalorización de sus títulos ya que a el precio de ese 10% previo a la ampliación de hoy es superior al valor actual, de ahí la necesidad de obligar a Brookfield a incrementar el valor de las acciones clase B. Además, no hay que olvidar que el negocio del fondo es invertir en compañías infravaloradas.
Lo cierto es que Brookfield también deberá negociar con los accionistas minoritarios porque necesita asegurar una aceptación del 75% para sacar a Grifols de la Bolsa. Y la pregunta que surge es ¿los accionistas minoritarios aceptarán una oferta de entre 11-12 euros por acción, teniendo en cuenta que las acciones de Clase A ya está en esos niveles?
El precio sigue siendo la principal incógnita, coinciden los analistas, a quienes tampoco se les escapa que el fondo canadiense deberá contar con unos 5000 millones de euros adicionales para hacerse con las acciones de Grifols en manos de los accionistas minoritarios.