Magyar Vagon retira OPA sobre Talgo y se abre otra etapa por el control de la empresa
También anunció en el comunicado que envió a la CNMV que acudirá a los tribunales españoles y europeos.
Acorralado por el veto del Gobierno por razones de "seguridad nacional", el apoyo de Bruselas al Ejecutivo y el requerimiento de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el consorcio húngaro Magyar Vagon anunció que retira la OPA sobre el 100% de Talgo.
Asimismo, también reiteró su intención de recurrir ante el Tribunal Supremo y tribunales europeos para defender la legitimidad de su oferta. Estos movimientos apuntan además al lanzamiento de una nueva oferta pública de adquisición sobre el fabricante ferroviario español en caso de que los tribunales le abran esa puerta. Vayamos a la historia.
A media mañana de hoy, el consorcio húngaro envió una comunicación a la CNMV donde anuncia que interpondrá el correspondiente recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Supremo contra la negativa del Consejo de Ministros instando, además, a la indemnización de todos los daños y perjuicios ocasionados.
La empresa que lidera en España András Tombor, dejó claro su posición de que la OPA presentada para hacerse con la totalidad de Talgo "cumple con todos los requisitos legales vigentes y que no existen razones fundadas para la oposición del Gobierno de España".
Asegura además que "en función de la evolución de las circunstancias podrá considerar, en su caso, volver a presentar una oferta para la adquisición del 100% de Talgo".
Asimismo, en el escrito enviado a CNMV los húngaros buscan generar empatía con los accionistas del fabricante ferroviario al destacar que el veto del Gobierno "está privando ilegítimamente a los accionistas de sus derechos".
En este sentido, vale recordar el buen recibimiento por parte de los accionistas de la propuesta de Magyar Vagon de pagar 5 euros por título, ya que muchos de ellos son inversores financieros y veían en la oferta húngara la oportunidad de salir de Talgo con importantes plusvalías. No hay que perder de vista que tras el veto del Gobierno los accionistas perdieron unos 130 millones de euros.
La CNMV, el otro escollo insalvable
Una vez que el Gobierno comunicó el veto apoyándose en el informe de la Junta de Inversiones Exteriores en el que notificó que la OPA suponía "riesgos para la seguridad, orden y salud públicos", si los húngaros hubieran insistido con seguir adelante con la operación, a la CNMV no le hubiera quedado otro recurso que no autorizar la oferta "hasta que no se le acredite la obtención de la correspondiente autorización, no oposición, o simple notificación", de acuerdo al artículo 26.2 del Real Decreto 1066/2007 sobre el régimen de las ofertas públicas de adquisición de valores.
Así las cosas, Magyar Vagon tomó el único camino que le quedó abierto: iniciar acciones legales tanto a nivel nacional como en los tribunales europeos a fin de defender la legitimidad de su oferta pública, ya que considera que el veto gubernamental "no se ajusta a Derecho".
El plazo legal para interponer el recurso es de dos meses, un periodo de tiempo en el que el consorcio húngaro "analizará y determinará las actuaciones procedentes para la defensa de sus legítimos intereses, incluyendo la petición de las medidas cautelares que, en su caso, resulten apropiadas".
Los abogados del consorcio húngaro prevén recurrir en primera instancia ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo. Además, como ya se señaló, los letrados pedirán la indemnización de todos los daños y perjuicios causados por la decisión adoptada por Ejecutivo encabezado por Pedro Sánchez.
Cómo sigue la historia
El capítulo dedicado a las actuaciones judiciales, cuyas primeras líneas comienzan a escribirse, puede condicionar la entrada de los otros interesados.
Sucede que el consorcio húngaro solicitará la petición de medidas cautelares para preservar sus intereses y si los tribunales responden con medidas preventivas, esta situación puede generar una incertidumbre regulatoria que podría retrasar las otras ofertas por Talgo.
Por otra parte, el hecho de que Magyar Vagon haya retirado su oferta permite que la CNMV le dé carpetazo al expediente, dándole a Talgo la posibilidad de negociar con aquellas compañías que muestren interés.
Lo cierto es que la historia que gira sobre la venta de Talgo aún nos tiene reservada giros de guion que sin duda aumentarán el suspense.
Por caso, hoy la agencia EFE adelantó que el holding inversor Criteria Caixa no cambió su postura y adelantó que continúa dispuesta a participar en una operación para entrar en Talgo.
En tanto, Expansión publicó que la multinacional checa PPF, dueña del fabricante de trenes Skoda, conserva actividad en Rusia. "A diferencia de los inversores húngaros, Skoda contó con el apoyo del Gobierno español y no se puso en cuestión su recorrido por Rusia bajo el régimen de Vladímir Putin".
Pero hay más. El periódico, ajeno a la órbita mediática del Ejecutivo, recuerda que Rusia lleva años disfrutando de la tecnología del fabricante que el Gobierno español considera estratégica dentro de un sector clave para la seguridad económica, la cohesión territorial y el desarrollo industrial de España.
"Entre esa tecnología empleada en Rusia desde hace años figura la patente de eje desplazable" afirma, a la vez que señala la contradicción que encierra el principal argumento técnico esgrimido por el Gobierno.
La nueva fase de la guerra por el control de Talgo recién comienza. Y promete.