Ley de alquileres | Los propietarios podrán aumentar el precio de todos los alquileres en 2025
Por estos motivos, los propietarios podrán aumentar el alquiler a sus inquilinos un extra de hasta el 10% por fuera de lo pactado en el contrato.
La modificación en España de la Ley de Vivienda, conocida como la ley de alquileres, ha traído cambios importantes para los inquilinos y con ello también para los propietarios.
La Ley de Vivienda surge como respuesta a la escalada de precios de los alquileres en 2021 y 2022. Durante estos años, la inflación media fue del 6,55% y del 5,71% respectivamente, lo que resultó en aumentos en los alquileres y un impacto negativo en el poder adquisitivo de los inquilinos.
Actualmente, la ley de alquileres limita el aumento del precio del alquiler al 3% para proteger a los inquilinos frente a subidas desproporcionadas(no todos los contratos están sujetos a este límite, la normativa contempla excepciones para aplicar aumentos de hasta el 10%). No obstante, desde el 2025, los inquilinos de España verán un cambio significativo en la manera en que se actualizan los precios de los alquileres.
La norma considera al artículo 18 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), que regula la actualización de la renta durante la vigencia del contrato y estipula que la variación porcentual no podrá exceder al IPC a la fecha de cada actualización. Sin embargo, la introducción del nuevo índice busca una referencia más adaptada a la realidad del mercado inmobiliario y con menos volatilidad.
Los propietarios podrán aumentar el precio de todos los alquileres en 2025
La Ley de Vivienda tiene como objetivo frenar los aumentos desproporcionados en los precios de los alquileres en las zonas de mayor presión inmobiliaria, como las grandes ciudades y los centros urbanos, lo que ha dificultado el acceso a una vivienda para muchos ciudadanos, especialmente los colectivos más vulnerables.
El nuevo índice de referencia, que el Instituto Nacional de Estadística (INE) definirá antes del 31 de diciembre de 2024, será el encargado de establecer los ajustes anuales de los precios de los alquileres a partir de enero de 2025.
Aunque el porcentaje exacto de aumento a aplicar todavía no se ha hecho público, se espera que este nuevo indicador sea inferior al IPC, ofreciendo un control más riguroso sobre las subidas y evitando incrementos abruptos que han caracterizado al mercado en los últimos años.
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