El dueño de Sidenor podría entrar a Talgo acompañado por el gobierno vasco
El empresario bilbaíno, José Antonio Jainaga, estaría interesado en adquirir el 29,9% del fabricante ferroviario en poder del fondo Trilantic.
En caso de confirmarse el ingreso del propietario de Sidenor a Talgo, tomando el 29,9% del capital accionarial del fabricante de trenes de alta velocidad, podríamos estar ante un vuelco de envergadura sobre el futuro de la empresa fundada por la familia Oriol.
Porque el círculo podría cerrar tanto para los accionistas de referencia que vieron cómo una y otra vez se les escapaba la posibilidad de monetizar su participación, como para el Gobierno que aseguraría la españolidad de la compañía. Y lo que es tan importante, o más, resolvería el déficit industrial de Talgo.
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José Antonio Jainaga, que además de ser dueño de la siderúrgica es uno de los empresarios más respetados y con mayor peso del sector, habría hecho saber su interés de adquirir la participación del fondo Trilantic, deseoso de salir de Talgo. Esta intención es compartida por los otros socios del fondo, Oriol y Abelló, que junto con los estadounidenses controlan el fondo Pegaso, dueño del 40% del capital de la ferroviaria.
El ingreso de Jainaga a la compañía ferroviaria sería a través de la instrumental Mirai Investments, que a valores actuales debería desembolsar por ese casi 30% de las acciones unos 128 millones de euros. Lo que no está nada mal para Jainaga ya que se beneficia de la caída en Bolsa de Talgo luego de la OPA frustrada que protagonizara el fondo húngaro Magyar Vagon, que estaba dispuesto a pagar 5 euros por acción.
- Hoy, hecho público el interés de Jainaga, el valor del título está subiendo un 4,67% a un valor de 3,48 euros, aun muy lejos del precio ofertado por los húngaros.
Además de la fortaleza industrial de los conglomerados que administra la familia Jainaga, la apuesta del empresario, cercano al PNV, es tomada muy en serio por el mercado porque detrás de este hombre de negocios está el Gobierno vasco, deseoso de que la principal fábrica de Talgo, y que da trabajo a 700 empleados, continúe en Rivabellosa (Álava).
No hay que olvidar que no hace tanto tiempo el lehendakari Imanol Pradales dijo que si se encontraba un socio industrial, su Gobierno podría acompañar en la reestructuración del capital de Talgo de la mano del fondo Finkatuz, brazo inversor estatal vasco, y en cuyo organigrama aparecen participaciones en CAF, ITP y Kaiku.
Lo cierto es que el Gobierno vasco utilizando como medio el fondo Finkatuz busca asegurar el arraigo de las empresas en la región, y en el caso de Talgo, la semana pasada la Administración.
Pradales sugirió la posibilidad de adquirir hasta un 10% del fabricante de trenes de alta velocidad, operación valorada en unos 41 millones de euros.
Cómo opera Jainaga
Si bien la joya de la Corona de este empresario e ingeniero industrial nacido en Bilbao hace 70 años es la siderúrgica Sidenor, cuenta con participaciones en empresas como Técnicas de Electrónicas Reunidas o Pasamar Invest. Pero no conforme, siempre va a por más. De hecho, el nombre de una de sus sociedades de inversión define su filosofía empresaria: Mirai, que en japonés significa futuro. Nombre que bien podría asociarse con "nuevas oportunidades".
Así las cosas, y mientras la corporación Mirai fue creada con el objetivo de invertir en empresas de mediano tamaño, en el caso de Talgo sería el vehículo inversor.
Muy activa en los últimos tiempos en el mercado de fusiones y adquisiciones, Mirai tiene en carpeta invertir hasta 200 millones de euros como parte del plan estratégico que va de 2023 a 2026. Las sociedades objetivo son aquellas que facturen entre 5 y 50 millones y obtengan un margen Ebitda superior al 10%.
Por otra parte, el otro pilar en el que se sostiene el grupo es el holding Clerbil, que agrupa las inversiones en distintos sectores económicos, como el financiero, inmobiliario, energías renovables y siderúrgico; en este último caso, presente a través de Sidenor, compañía que ingresó en 2016, tras comprarla al gigante brasileño Gerdau. ¿Monto? Secreto guardado bajo siete llaves. Pista: en 2005 el empresario vasco Sabino Arrieta vendió Sidenor a Gerdau por 444,8 millones de euros. Once años más tarde, Jainaga la recupera.
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Quienes siguen su trayectoria empresaria, aseguran que Jainaga siempre estudia operaciones con objetivo de permanencia y en lo posible dentro del sector industrial. Y con la discreción que caracteriza al bilbaíno.
Ahora sólo cabe esperar el precio de venta que fijará Trilantic por la llave que abre la puerta a Talgo. Discreciones aparte, posiblemente no dejará escapar esta nueva y sólida oportunidad.