Adiós al euro tradicional: se conocen los próximos pasos para reemplazar la moneda continental
La nueva moneda digital busca fortalecer la infraestructura de pagos de la eurozona y reducir la dependencia de gigantes de pagos extranjeros. Todos los detalles, a continuación.
Desde octubre de 2020, el Banco Central Europeo (BCE) ha estado evaluando la posibilidad de crear una moneda virtual para la eurozona. Este proyecto, que podría concretarse en los próximos años, busca fortalecer la soberanía monetaria y aumentar la competencia en el sector de pagos europeo.
Según declaraciones del BCE en su sitio web, la divisa electrónica sería "segura y fácil de usar, al igual que el efectivo". Además, pretende ser una alternativa más eficiente y confiable para los usuarios.
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"Sería una moneda digital de banco central, un equivalente electrónico al efectivo. Y complementaría los billetes y monedas, dando a los ciudadanos una opción adicional para sus pagos", subrayó la entidad bancaria europea.
Se conocen los próximos pasos para reemplazar la moneda continental por una digital
El BCE ha hecho avances significativos en sus planes para lanzar el euro digital. Entre sus objetivos se encuentra el de fortalecer la infraestructura de pagos de la eurozona y reducir la dependencia de gigantes de pagos extranjeros como Visa y Mastercard.
El proyecto, además, busca desarrollar un Libro de Reglas del Euro Digital, un documento clave para estandarizar los procesos de pago en la eurozona y garantizar una experiencia de usuario uniforme.
Tras una evaluación intermedia con aportes de consumidores, minoristas y proveedores de servicios de pago, el BCE ajustó su enfoque y definió siete nuevos flujos de trabajo. Estas áreas como estándares de experiencia del usuario y protocolos de gestión de riesgos, que son esenciales para el éxito del euro digital.
Alianzas estratégicas para el desarrollo del euro digital
El BCE ha finalizado una convocatoria para identificar posibles proveedores de componentes del euro digital. Los licitadores seleccionados han sido invitados a presentar ofertas, cuyos resultados se esperan para 2025. Estas colaboraciones europeas serán fundamentales para construir una infraestructura eficiente que respalde la nueva moneda digital.
Además, comprender las preferencias de los consumidores es central en la estrategia del BCE. La investigación sobre las necesidades de los usuarios orienta el diseño del euro digital, garantizando una opción de pago accesible y adaptada a las demandas del mercado.