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Para solicitar una pensión no contributiva, no es necesario haber cotizado a la Seguridad Social, pero sí cumplir con ciertos requisitos.
La pensión no contributiva es una prestación económica destinada a personas que, debido a su situación de necesidad, carecen de rentas suficientes para su subsistencia y no han cotizado lo suficiente al Sistema de Seguridad Social para tener derecho a una pensión contributiva.
Esta ayuda, que forma parte del sistema de bienestar social en España, está diseñada para garantizar un nivel básico de ingresos a quienes se encuentran en una situación económica vulnerable.
Además de cubrir las necesidades económicas de los beneficiarios, la pensión no contributiva ofrece otros beneficios, como servicios médicos gratuitos y servicios sociales complementarios, asegurando una atención integral.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que existen límites de ingresos anuales establecidos por la legislación española. Si los ingresos del beneficiario superan estos umbrales, se puede perder el derecho a percibir la pensión, ya que la ayuda está orientada a quienes no disponen de recursos suficientes para su subsistencia.
¿Cuáles son los requisitos para acceder a una pensión no contributiva?
Para solicitar una pensión no contributiva, no es necesario haber cotizado a la Seguridad Social, pero sí cumplir con ciertos requisitos. Estos varían dependiendo de si se trata de una pensión de jubilación o de invalidez.
Pensión no contributiva de jubilación:
- Edad mínima de 65 años o más.
- Residencia en territorio español durante al menos 10 años, de los cuales 2 deben ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud.
Pensión no contributiva de invalidez:
- Tener 18 años o más, pero menos de 65.
- Haber residido en España durante 5 años, con al menos 2 consecutivos e inmediatos a la solicitud.
- Grado de discapacidad igual o superior al 65%.
Además de estos requisitos, tanto para la pensión de jubilación como la de invalidez, se debe cumplir con un requisito común: no superar el umbral de ingresos establecido.
¿Cómo evitar perder la pensión no contributiva?
Una de las principales condiciones para mantener la pensión no contributiva es declarar correctamente los ingresos anuales. Hasta el 31 de marzo de cada año, los beneficiarios deben presentar la declaración anual de ingresos. Si no se presenta, la pensión no se pierde de forma permanente, pero sí puede ser suspendida temporalmente hasta que la persona complete toda la documentación requerida.
El certificado de fe de vida es otro de los documentos que deben presentarse en el primer trimestre de cada año. No hacerlo puede dar lugar a la suspensión temporal de la pensión.
Es crucial que los beneficiarios informen al IMSERSO sobre cualquier cambio relevante en su situación, como cambios en la dirección postal, la situación personal o económica, en un plazo máximo de 30 días. Si no se notifican estos cambios, también podrían afectar la continuidad del cobro de la pensión.
¿Cuánto puedes ganar sin perder la pensión?
Como se mencionó, los ingresos anuales no pueden superar los 7250,60 euros para no perder la pensión no contributiva. Esto incluye todos los ingresos que pueda recibir el beneficiario, como salario, pensiones u otros beneficios.
Si se superan estos límites, el solicitante o beneficiario perdería el derecho a la prestación.
Es importante tener en cuenta que la pensión no contributiva ofrece asistencia adicional, como atención médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios.