ACS y Abertis pierden la autopista de Houston, su principal negocio en Estados Unidos
Mientras la constructora de Florentino Pérez asegura que la cancelación del contrato no tendrá un fuerte impacto en el beneficio neto consolidado de este ejercicio, Abertis reconoce le implicará una pérdida neta contable de unos 418 millones de euros
Hasta último momento, los directivos de las constructoras ACS y Abertis intentaron que el Estado de Texas diera marchas atrás en la decisión de revertir la titularidad de la autopista SH-288.
Con todo, los esfuerzos resultaron insuficientes para evitar que se les escape ese apetitoso negocio. La concesión, situada en el distrito metropolitano de Houston, aún hoy representa la autovía más importante que las empresas explotan en Estados Unidos.
La confirmación llegó el pasado viernes una vez cerrada la sesión bursátil. Corrió por cuenta de ACS través de una comunicación enviada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En la misma, la constructora también asegura que la decisión de los texanos no tendrá un impacto significativo en el beneficio neto consolidado previsto para 2024.
Caso contrario es el de Abertis - cuyo 30% del accionariado está en poder de ACS mientras el 20% restante lo tiene la filial alemana de ACS, Hochtief -, que admitió este domingo a la CNMV que la anulación del contrato le implicará una pérdida neta contable de unos 418 millones de euros en el presente ejercicio.
"Adicionalmente, en función de la evolución de diversos factores, se podrían generar unos ingresos extraordinarios antes de final de año que mitigarían el impacto en el resultado neto del ejercicio", explica la empresa, a la vez que expresa su convencimiento de que esta cancelación no impacte en su calificación crediticia ni en su política de dividendos.
Ante la autoridad regulatoria, la constructora, cuyo accionista de referencia es la italiana Mundys, lamentó que no hayan llegado "a buen fin" las negociaciones mantenidas hasta la fecha con la Comisión de Transportes de Texas, que ahora se acogerá a la cláusula de terminación por conveniencia, incluida en el contrato, siendo efectiva el 8 de octubre de 2024 mediante el pago de una compensación.
En efecto, cuando el 30 de julio los integrantes de la Comisión de Transportes votaron por unanimidad habilitar a Texas Transportation Finance Corporation para llevar a cabo los trámites de conclusión anticipada del plazo de explotación, los miembros de la Comisión admitieron que como consecuencia de la finalización del acuerdo de concesión al consorcio Blueridge Transportation Group - controlado por ACS y su participada Abertis -, le correspondía una indemnización estipulada por contrato de 1.732 millones de dólares, esto es poco más de 1600 millones de euros.
Cómo se reparte el dinero
De los 1732 millones de dólares que deberá pagar el Estado de Texas a las constructoras españolas, 524 millones de dólares, esto es unos 484 millones de euros, irán a parar a las arcas de Iridium Infraestructuras, filial del Grupo ACS.
Por su parte, a la empresa que comanda Juan Santamaría se le reconocen 520 millones de dólares (unos 466 millones de euros) en concepto de repago de la deuda neta del proyecto, pasivo consolidado por Abertis.
A este importe se le añade un ingreso de caja de 688 millones dólares, que al cambio representan unos 617 millones de euros, por su participación del 56,76%, por lo que el impacto positivo en la posición financiera de la empresa ascenderá a 1208 millones de dólares, esto es 1.083 millones de euros, de acuerdo a los números de la constructora.
La autopista SH-288, una de las obras de infraestructura más ambiciosas desarrollada dentro del área metropolitana de Houston, fue inaugurada en 2020, con la idea de solventar los serios problemas de congestión en una zona de alta densidad poblacional. En rigor, por la autopista circulan en promedio unos 160.000 vehículos diarios, de los que un 10% lo hacen por los carriles de pago. Otro dato: la tarifa de peaje varía en función del nivel de congestión.
Por otra parte, la prensa especializada destaca que a la SH- 288 le quedaban más de 40 años de plazo de explotación, pero para la Comisión de Transporte es más ventajoso finiquitar el contrato concesional que seguir adelante. Porque, argumentan, la opción de recompra del activo está por debajo del valor de la cartera de ingresos futuros de la autopista.
Asimismo, la conclusión anticipada del contrato está amparada por el capítulo 431 del Código de Transporte del Estado de Texas. También es cierto que éste era un escenario previsto en el convenio firmado entre Blueridge y la Administración estatal el 4 de marzo de 2016, en el que se preveían 52 años de explotación privada.
La historia dice que ACS alcanzó en abril de 2023 el 100% del capital de la concesionaria responsable de la autopista cuando su filial de autopistas Iridium adquirió un 21,62% del capital a Shikun & Binui por 450 millones de dólares. Por el 78,38% que ya poseía la empresa de Florentino Pérez pagó 1.063 millones. En diciembre de ese mismo año, ACS le vende a Abertis el 56,8% del capital por 423 millones.
Qué dicen los analistas sobre ACS
Bernstein mantiene su recomendación de rendimiento de mercado con un precio objetivo elevado de 41,79 a 41,80 EUR. Mientras el Grupo Santander revisó a la baja el precio potencial de ACS que pasó de 40,3 euros por acción a 39,30 euros por acción.
Alantra Equities mantiene su recomendación de venta con un precio objetivo reducido de 38,50 a 37,30 euros por título.
La Bolsa castiga las acciones de ACS con una bajada del 1,17% que lleva el precio del título a los 40,28 euros.