A pesar del optimismo, el éxito del ingreso de Sidenor a Talgo no está asegurado
Mientras el Gobierno vasco explicitó su apoyo a la operación, existen dudas de que el fondo Trilantic acepte una oferta por su participación menor a los 5 euros.
Talgo confirmó el interés del empresario vasco José Antonio Jainaga, propietario de la siderúrgica Sidenor, de entrar en el accionariado de la compañía, ya sea de forma total o parcial, en alianza con el Gobierno vasco. A primera hora de la tarde, las acciones del fabricante ferroviario suben un 6,59%, hasta los 3,88 euros. El miércoles cerró a 3,64 euros.
"La sociedad informa que recibió en el día de hoy una carta de manifestación de interés por parte del grupo industrial Sidenor, en la cual dice considerar la adquisición total o parcial del capital social de Talgo", señala el comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Días atrás, el lehendakari Imanol Pradales dijo que, si se encontraba un socio industrial, su Gobierno podría acompañar en la reestructuración del capital de Talgo de la mano del fondo Finkatuz, brazo inversor estatal vasco.
Posición que se refuerza con las declaraciones de las últimas horas tanto de la portavoz del Gobierno vasco, María Ubarretxena, como las del diputado general de Álava, Ramiro González, quienes reconocieron que están trabajando de manera coordinada para encontrar un socio con el músculo financiero necesario capaz de impulsar un proyecto que permita abordar las inversiones previstas para garantizar la continuidad de Talgo, como los pedidos pendientes que superan los 4000 millones de euros.
En el caso del Ejecutivo, Ubarretxena reveló que mantuvieron "conversaciones discretas" para apoyar a la empresa. La portavoz remarcó la necesidad "de un socio con un plan industrial sólido y de futuro" y añadió que "si se daban esas condiciones, el Gobierno vasco analizará y acompañará, en su caso".
Mientras que el representante de Álava, en la misma sintonía que Ubarretxena, subrayó la necesidad que se consiga cerrar una operación, para fortalecer la capacidad inversora y productiva de Talgo. El interés de Álava se explica porque la principal fábrica de Talgo, y que da trabajo a 700 empleados, se encuentra en la localidad alavesa de Rivabellosa.
Con todo, la discreción de los funcionarios vascos es compartida por Jainaga, quien aún debe responder a los interrogantes que por estas horas circulan en la Bolsa madrileña. Por ejemplo, si tomará el 29,9% del paquete accionarial de Talgo para no tener que lanzar una OPA, al no alcanzar el 30% de la propiedad del fabricante de trenes de alta velocidad como indica la normativa, o si por el contrario irá por el 100% de la compañía.
Otra duda es si confirmará el precio por acción de 3,48 euros, como se especuló en un primer momento, o si llegará a los 4 euros como se comenta en la mañana este jueves. Valor que siembre dudas sobre el futuro de la operación. Porque aunque lejos, al menos se acerca, pero no lo esperado, al precio de 5 euros ofertado por el grupo húngaro Magyar Vagon.
Objetivo sacar a Trilantic
La postura que tome el fondo estadounidense es crucial para el éxito o fracaso de la operación. Deseoso de salir de la compañía, intensión compartida por los otros socios del fondo, las familias Oriol y Abelló, que entre los tres controlan el fondo Pegaso, a su vez dueño del 40% del capital de la ferroviaria, es por todos conocido que Trilantic no está dispuesto a vender a precio de oferta el 30% de las acciones de Pegaso que está en su poder.
Por el lado de los compradores, la idea que se estaría manejando es que Sidenor tomara una participación que no alcance el 30%, mientras que el resto de la participación (10%) de Trilantic sería adquirida por el Gobierno vasco a través de Finkatuz o por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), con el objetivo de evitar el lanzamiento de una OPA, como ya se explicó.
Lo cierto es que si no hay acuerdo con los estadounidenses con el precio de la acción - y es difícil que acepten una rebaja de 1 euro, si se toma como referencia la propuesta húngara -, los planes de Jainaga pueden caer como un castillo de naipes.
De acuerdo a Renta 4, otro de los escollos que tendrá que superar la operación será obtener el visto bueno de la CNMV para que no considere la operación en su conjunto como concertada y obligue al lanzamiento de una OPA por el 100% de la compañía. "Estimamos que la CNMV dará el visto bueno a la operación al no superar ninguno de ellos el umbral del 30%".
Fuera de las precauciones, el analista del banco de inversión, César Sánchez-Grande, dice que valoran la noticia de forma muy positiva dado que puede poner punto final a la salida de Trilantic del capital de Talgo, eliminando el riesgo de un posible exceso de papel en el mercado.
En efecto, Sánchez-Grande hace referencia a otro de los rumores que circulan entre los inversionistas, según el cual Trilantic podría colocar sus títulos en el parqué en caso de no llegar a un acuerdo con el precio.
"Uno de los puntos cruciales para la que la operación salga adelante será el precio que ofrezcan a Trilantic por la participación. Según aparece en prensa, el precio podría estar por encima de los 4 euros/acción, pero sin llegar a los 5 euros ofrecidos por Magyar, circunstancia que podría dificultar la operación", aclara.
Así las cosas, también para los analistas del Banco Sabadell el precio que se rumorea en el mercado puede ser un problema para que la compra llegue a buen puerto. Los expertos arriesgan que Trilantic "dará el visto bueno siempre y cuando el precio les satisfaga".
Desde este punto de vista, siguen, se avecina una negociación porque los 5 euros por acción que Trilantic tenía en la mano antes del veto del Gobierno, hace apenas un par de meses, serán complicados de alcanzar. "Llegar a los 5 euros es difícil, sobre todo porque el mercado sabe que Trilantic tiene prisa por salir", afirmaron.
Antecedentes
El interés de Sidenor se produce dos meses después de que el consorcio húngaro Ganz-Mavag retirara el mes pasado una OPA por Talgo, tras el veto del Gobierno español a la operación. La oferta ascendía a 619 millones de euros, resultantes del precio fijado por acción de 5 euros.
Así, la oferta representaba una prima del 17% sobre el valor de Talgo al momento de efectuar la oferta pública de adquisición.
Al aceptar los accionistas la oferta de Ganz-Mavag, el Gobierno español decidió bloquear la operación alegando que entrañaba riesgos para la seguridad nacional, el orden público y la salud pública. El Ejecutivo argumentó además que Talgo es una empresa estratégica dado su acceso a información sensible sobre la red ferroviaria del país y, por extensión, a la seguridad nacional.
La oposición gubernamental al ingreso de los húngaros se explica por la conexión del fondo con el primer ministro húngaro Viktor Orbán y el presidente ruso Vladimir Putin.