Vuelve la trampa del maniquí para evitar los radares de la DGT: cómo funciona este método español que es famoso en todo el mundo
Este ingenioso truco, nacido en España, ha cruzado fronteras y sigue sorprendiendo a las autoridades de tráfico.
La creatividad no tiene límites cuando se trata de evitar sanciones de la Dirección General de Tráfico (DGT). Una de las trampas más famosas en España es la del "maniquí", un truco que consiste en colocar un muñeco en el asiento del copiloto para burlar los controles de carriles Bus-VAO o, como ha evolucionado ahora, para esquivar los radares de velocidad.
Este método no solo ha ganado notoriedad a nivel local, sino que también ha cruzado fronteras y ha sido utilizado en otros países. En un caso reciente en Alemania, un conductor fue sorprendido usando una máscara del famoso Monstruo de las Galletas de Barrio Sésamo, intentando evadir una sanción mientras excedía el límite de velocidad.
Un truco ingenioso pero peligroso
El truco del maniquí no es solo conocido en España. Inicialmente, la técnica consistía en colocar maniquíes en el asiento del acompañante para poder circular por carriles exclusivos para vehículos con más de un ocupante, como los Bus-VAO. Sin embargo, la trampa ha evolucionado con el tiempo.
Ahora, algunos conductores recurren a esta estrategia para evitar ser identificados por los radares de la DGT, como el caso del conductor que optó por disfrazarse para confundir a las cámaras de tráfico.
Aunque a simple vista puede parecer una anécdota divertida, las autoridades advierten que esta técnica implica riesgos serios. El uso de disfraces o maniquíes limita la visibilidad y la capacidad de reacción del conductor, lo que puede derivar en accidentes graves.
Además, las sanciones no solo se limitan a una multa por exceso de velocidad, sino que podrían agravarse si se demuestra una conducta temeraria.
El impacto y la evolución del método en el mundo
Este ingenioso truco ha dejado de ser solo una "picardía" local para convertirse en una táctica que ha alcanzado fama internacional. Países como Estados Unidos y Alemania han reportado casos similares en los que conductores intentan evadir las sanciones de tráfico recurriendo a maniquíes o disfraces.
Las autoridades alemanas, por ejemplo, se sorprendieron al encontrar al Monstruo de las Galletas al volante de un coche que había excedido el límite de velocidad en una autopista cerca de Dortmund.
Las multas por este tipo de infracciones pueden variar. En España, los conductores que utilicen esta técnica para burlar los controles de tráfico pueden enfrentarse a sanciones económicas considerables, y en casos extremos, la DGT podría imponer multas adicionales por conducción temeraria, especialmente si el conductor pone en riesgo la seguridad vial.
¿Cómo detectan las autoridades esta trampa?
A pesar de la astucia de los conductores que usan el truco del maniquí, la tecnología de los radares y cámaras de seguridad ha mejorado considerablemente en los últimos años. Los sistemas de reconocimiento facial y la calidad de las imágenes capturadas hacen que sea más difícil burlar estos dispositivos.
Además, los controles periódicos en las carreteras de alta densidad permiten a las autoridades identificar comportamientos sospechosos, como la presencia de objetos no humanos en los asientos de los coches.
El uso de maniquíes o disfraces para evitar sanciones de tráfico no solo es ilegal, sino que también puede conllevar riesgos significativos. La DGT recomienda cumplir con las normativas de seguridad vial para evitar sanciones, accidentes y problemas mayores en la carretera.