Un matrimonio vivió 15 años en Disneyland sin que los visitantes se dieran cuenta: su increíble historia
La vida secreta de una pareja en el corazón del parque más mágico del mundo.
En el vasto universo de Disneyland, donde la fantasía y la realidad se entrelazan, existió una historia que pocos conocen: la de Owen y Dolly Pope, un matrimonio que residió en el parque durante 15 años sin que los visitantes lo supieran. Su hogar se encontraba en los terrenos del parque antes incluso de su construcción, y su vida allí es un testimonio de dedicación y pasión por el mundo Disney.
Los inicios de una vida en Disneyland
Owen y Dolly Pope se casaron en 1935 y se dedicaban a realizar espectáculos ecuestres por toda California. En 1950, Harper Goff, uno de los principales artistas de Disney, los descubrió en una de sus presentaciones y recomendó a Walt Disney que los conociera. Impresionado por su talento, Disney los contrató para que se encargaran de la cría y entrenamiento de caballos para el parque que estaba en fase de planificación.
Así, en 1954, los Pope se mudaron a una casa ubicada en los terrenos donde se construiría Disneyland, en Anaheim, California. Su residencia, conocida como la "Casa de los Pope", se convirtió en su hogar y lugar de trabajo, donde preparaban los animales y las atracciones ecuestres para la apertura del parque en 1955.
Una vida oculta entre la magia del parque
Durante más de tres lustros, los Pope vivieron en su casa dentro de Disneyland, desempeñando roles fundamentales en el mantenimiento y operación de las atracciones relacionadas con animales. Su hogar estaba estratégicamente ubicado en una zona discreta del parque, lo que les permitía llevar una vida relativamente normal sin interferir con la experiencia de los visitantes.
A pesar de estar rodeados por la constante actividad del parque temático, lograron mantener su privacidad y cumplir con sus responsabilidades laborales.
El legado de los Pope en Disneyland
En 1971, con la expansión de las instalaciones y la apertura de nuevos parques, Owen y Dolly Pope se trasladaron a Walt Disney World en Florida, donde continuaron su labor hasta su jubilación. Su contribución fue tan significativa que su casa original en Disneyland fue preservada y trasladada a otra ubicación dentro del parque, como homenaje a su dedicación.
La historia de los Pope es un recordatorio de las personas que, detrás de escena, hacen posible la magia que millones disfrutan cada año.
La vida de Owen y Dolly Pope en Disneyland es una de esas historias fascinantes que demuestran cómo la pasión y el compromiso pueden llevar a experiencias únicas. Su residencia en el parque no solo fue un hogar, sino también un pilar en la creación y mantenimiento de la magia que caracteriza a Disneyland.
Aunque su presencia pasó desapercibida para los visitantes, su legado perdura en la historia del parque y en la memoria de quienes conocen su increíble historia.
