Tomar una copa de vino para cuidar el corazón: ¿mito o realidad?
La evidencia en relación al consumo, los riesgos de tomar en exceso y las contraindicaciones alrededor de esta bebida milenaria.
¿Es bueno el vino para el corazón? Como señalan desde la Sociedad Española de Cardiología, existen numerosos estudios que demuestran que el consumo de cantidades moderadas de alcohol, de 10 a 30 gramos de etanol al día, reduce la mortalidad cardiovascular y los accidentes cerebrales isquémicos.
Asimismo, los antioxidantes aumentan los niveles de colesterol "bueno", HDL y provocan un efecto protector de las arterias. Sin embargo, el consumo excesivo puede tener efectos negativos en la salud.
Además, esta bebida es rica en flavonoides, taninos y polifenoles que tienen importantes beneficios para las arterias y retrasan el envejecimiento.
Los efectos del vino en el organismo
Un estudio realizado por el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición, CIBERobn, ha analizado los efectos del etanol (alcohol etílico) y los polifenoles (componentes no alcohólicos como el resveratrol) del vino en 67 pacientes.
El objetivo del trabajo publicado por la Fundación Española del Corazón (FEC) fue analizar "el proceso de inflamación de las arterias en pacientes con alto riesgo cardiovascular".
Las pruebas han demostrado que tanto el etanol como los polifenoles tienen efectos beneficiosos sobre las moléculas inflamatorias causantes de la ateroesclerosis, especialmente en sus estadios tempranos.
Sin embargo, el presidente de la FEC remarca que "el consumo del vino tinto es beneficioso para la salud cardiovascular siempre que sea de forma moderada. El exceso de alcohol en el organismo aumenta la presión arterial, lo que favorece la aparición de hipertensión".