Si te estas por bañar, esta es la parte del cuerpo que sí o sí debes lavar primero, según los científicos

La ducha diaria es una parte fundamental de la rutina de higiene de muchas personas. Sin embargo, no todos saben que la forma en que lavamos nuestro cuerpo puede tener un impacto significativo en la salud de nuestra piel. Expertos en dermatología han compartido algunas recomendaciones sorprendentes sobre cuál es el orden ideal para lavarse durante una ducha y qué partes del cuerpo merecen más atención.

Al entrar en la ducha, muchos tienen la costumbre de comenzar a lavarse de inmediato sin pensar demasiado en el orden. Sin embargo, según expertos como la doctora Cindy Wassef, profesora asistente en el Centro de Dermatología de la Universidad Rutgers, lo ideal es empezar con el cabello, según indica Health.com.

Esta recomendación no es trivial, ya que el champú y los acondicionadores suelen contener ingredientes que, si no se eliminan correctamente, pueden causar irritación en la piel. Al lavar el cabello primero, te aseguras de que cualquier residuo que pueda caer sobre la piel sea eliminado al continuar con el resto del cuerpo.

Cuáles partes priorizar en la ducha

Aunque lavar el cabello primero es un buen consejo, lo realmente crucial es enfocarse en lo que los dermatólogos llaman "zonas críticas". Estas incluyen las axilas, la ingle y los pies. Estas áreas albergan glándulas que producen sudor y, con él, olores, debido a la acción de bacterias que descomponen las proteínas presentes en el sudor. Por esta razón, estas zonas deben ser lavadas con mayor frecuencia y cuidado, especialmente después de actividades físicas intensas o en climas cálidos.

Otro aspecto que a menudo se descuida es el lavado de los pies y, más que nada, el espacio entre los dedos. Los pies, al estar encerrados en zapatos la mayor parte del día, pueden desarrollar olores fuertes si no se limpian adecuadamente. Los dermatólogos recomiendan lavarlos a fondo y secarlos bien, especialmente entre los dedos, para evitar infecciones fúngicas como el pie de atleta.

El orden de los factores sí altera el producto

En la segunda mitad de la ducha, después de haber atendido las zonas críticas, se sugiere lavar el resto del cuerpo. Pero, sorprendentemente, no todas las áreas necesitan ser enjabonadas con la misma frecuencia. 

Según la doctora Susan Massick, dermatóloga en el Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio, partes como el pecho, la espalda, el abdomen, los brazos y las piernas pueden no necesitar jabón cada día, a menos que estés extremadamente sudoroso. Esto se debe a que el exceso de jabón puede eliminar los aceites naturales de la piel, causando sequedad e irritación.

Finalmente, es fundamental recordar que la temperatura del agua también juega un papel importante. Los dermatólogos coinciden en que el agua tibia o fría es preferible, ya que el agua caliente puede dañar la barrera protectora de la piel y aumentar la sequedad.